El cáncer de mama en mujeres con menos de 35 años presenta un comportamiento molecular diferente

El Grupo de Investigación en Biología en Cáncer de Mama del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico Universitario de Valencia, lidera un estudio pionero que confirma que el cáncer de mama en mujeres muy jóvenes (menores de 35 años) presenta un comportamiento molecular significativamente diferente al de mujeres con más edad, incluso comparten el mismo subtipo clínico: HR+/HER2−. Los resultados de esta investigación se han publicado recientemente en la revista científica ‘Cancer Communications’.

Aunque el cáncer de mama afecta principalmente a mujeres mayores de 50 años, alrededor del 5% de los casos se da en mujeres de 35 años o menos. Este grupo de pacientes, frecuentemente excluido de ensayos clínicos dirigidos, tiende a obtener peores resultados clínicos y dispone de opciones terapéuticas limitadas debido a la escasez de estudios centrados en su biología tumoral.

Una investigación llevada a cabo en INCLIVA y el Hospital Clínico Universitario de Valencia analizó 66 muestras de pacientes jóvenes y mayores de 50 años con tumores HR+/HER2−, enfocándose en el perfil transcriptómico, es decir, la actividad genética y su relación con el entorno tumoral. “Hemos confirmado que el cáncer de mama en mujeres muy jóvenes tiene una biología completamente diferente, con mayor proliferación celular, inestabilidad cromosómica y una fuerte infiltración inmune”, destaca el doctor Juan Miguel Cejalvo, investigador principal del estudio. “Estos tumores, tradicionalmente tratados como cualquier HR+/HER2−, podrían beneficiarse de terapias inmunológicas más propias de subtipos como el triple negativo”, añade.

Uno de los descubrimientos más relevantes del estudio es que, desde el punto de vista inmunológico, los tumores HR+/HER2− en mujeres jóvenes actúan como tumores ‘calientes’. Esto los convierte en posibles candidatos para inmunoterapia, una opción que raramente se aplica a este tipo de cáncer. La doctora Marta Tapia destaca que “la presencia de estructuras linfoides terciarias y altos niveles de linfocitos infiltrantes en estos tumores es realmente prometedora. Esto refuerza la idea de que necesitamos replantear las decisiones terapéuticas en estas pacientes y considerar nuevas combinaciones que integren la inmunoterapia”.

El estudio también indica que las mujeres jóvenes podrían tener una mejor respuesta a la quimioterapia convencional, pero mostrar mayor resistencia a los tratamientos hormonales actuales. Esta particularidad subraya la necesidad de desarrollar estrategias terapéuticas más personalizadas para este grupo.

PLANIFICACIÓN DE NUEVOS ENSAYOS CLÍNICOS

A nivel clínico, los hallazgos podrían influir directamente en el diseño de nuevos ensayos más inclusivos para pacientes jóvenes y en la búsqueda de biomarcadores que ayuden a identificar a quienes se beneficiarían de tratamientos innovadores. Como explica la doctora Iris Garrido-Cano, primera autora del estudio, “hasta ahora se había asumido que las mujeres jóvenes respondían peor porque llegaban con enfermedad más avanzada o por una mayor proporción de subtipos agresivos. Nuestro estudio demuestra que hay una base biológica diferencial que debemos entender y tratar de forma específica”.

“Este estudio es fruto del esfuerzo colaborativo y de una apuesta firme por investigar en subgrupos tradicionalmente olvidados”, añade la doctora Maite Martínez. “Gracias al apoyo de entidades como Fundación FERO, Fundación Le Cadó, Fundación Sandra Ibarra, la Asociación Española Contra el Cáncer y CIBERONC (Centro de Investigación Biomédica en Red Cáncer), hemos podido profundizar en una realidad que afecta de forma crítica a mujeres en edad fértil, con importantes implicaciones también a nivel emocional, social y familiar”.

En la investigación también participó el Instituto d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), entre otras instituciones. La publicación de este trabajo abre nuevas vías de investigación basadas en el uso de firmas inmunológicas y transcriptómicas para personalizar tratamientos y mejorar el pronóstico de estas pacientes.

Fuente: ConSalud.es

El COECS renueva su compromiso con la Fundación Le Cadó bajo la nueva presidencia de Isabel Almodóvar Fernández

El Colegio Oficial de Enfermeros y Enfermeras de Castellón (COECS) ha renovado oficialmente su convenio de colaboración con la Fundación Le Cadó el pasado 11 de febrero. Este acuerdo reafirma el compromiso del COECS con la visibilización y lucha contra el cáncer de mama. Se mantiene vigente bajo la nueva presidencia de Isabel Almodóvar Fernández. Su objetivo es seguir apoyando iniciativas de salud y prevención en la provincia.

 

La Fundación Le Cadó continuará organizando actividades de concienciación, como sus marchas solidarias y talleres saludables. Añadir que estas iniciativas han contado con el apoyo del COECS en ediciones anteriores.

 

Con esta renovación, ambas entidades refuerzan su colaboración. Juntas, seguirán promoviendo la investigación y sensibilización sobre el cáncer de mama. Además, destacan la importancia de la enfermería en el cuidado y acompañamiento de pacientes.

Investigadores descubren cómo algunas regiones proteicas contribuyen al cáncer de mama

Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Case de la Reserva Occidental (EEUU) ha descubierto cómo determinadas regiones proteicas contribuyen al cáncer de mama, según han publicado recientemente en la revista ‘Nature’.

La investigación se centra en lo que se conoce como receptor de estrógenos, una proteína vinculada en investigaciones anteriores al desarrollo de aproximadamente el 70 por ciento de todos los tumores de mama. Al igual que una máquina necesita controles específicos para funcionar, proteínas como el receptor de estrógenos controlan el crecimiento y el comportamiento de las células.

“Hemos hallado interruptores moleculares desconocidos hasta ahora en el receptor de estrógenos que, aunque flexibles, funcionan con notable precisión para coordinar los procesos celulares”, ha explicado Sichun Yang, profesor asociado de Nutrición de la Facultad de Medicina y miembro del Centro Oncológico Integral Case.

“Cambiar una parte de la proteína puede desencadenar una reacción en cadena que afecte al modo en que crecen las células del cáncer de mama”, ha añadido.

Aunque se necesita más investigación para utilizar posiblemente sus hallazgos para desarrollar nuevos tratamientos, el descubrimiento ofrece a los científicos nuevas herramientas e ideas mucho más allá del cáncer de mama, ya que regiones de proteínas similares están implicadas en muchas otras enfermedades.

MÁS DE 2,3 MILLONES DE NUEVOS CASOS
El cáncer de mama es el más diagnosticado en todo el mundo, con más de 2,3 millones de nuevos casos y 670.000 muertes en 2022, según la Organización Mundial de la Salud. A pesar de la eficacia inicial de los fármacos dirigidos al receptor de estrógenos, muchas pacientes acaban desarrollando resistencia, lo que hace que las terapias sean ineficaces. Este nuevo descubrimiento podría dar lugar a tratamientos más eficaces y ayudar a explicar por qué puede ocurrir eso.

“En lugar de limitarse a desactivar el receptor de estrógenos. Los futuros fármacos podrían diseñarse para actuar sobre estos interruptores recién descubiertos, lo que ofrecería nuevas formas de controlar el funcionamiento de la proteína”, ha indicado Yang.

El equipo de investigación utilizó herramientas de dispersión de rayos X de ángulo pequeño y espectroscopia de resonancia magnética nuclear de la Fuente Avanzada de Fotones del Laboratorio Nacional Argonne y de la Fuente Nacional de Luz Sincrotrón II para estudiar los interruptores de las proteínas con extraordinario detalle.

En la colaboración participaron investigadores de la Universidad Estatal de Arizona y de la Universidad Estatal de Ohio. Los Institutos Nacionales de la Salud, la Sociedad Americana contra el Cáncer y la Fundación Mary Kay Ash aportaron financiación adicional.

“El trabajo de Yang pone de relieve la importancia de utilizar tecnología punta y el trabajo en equipo para responder a grandes preguntas científicas. Estas instalaciones nacionales nos permiten hacer avances que pueden impulsar nuevos tratamientos contra el cáncer”, ha finalizado afirmó Mark Chance, director del Centro de Proteómica y Bioinformática de la Facultad de Medicina.

FUENTE: Diario Siglo XXI

Segunda toma de mediciones en el proyecto “Remar por la Vida” de la Fundación Le Cadó

La Fundación Le Cadó junto con el especialista en fisioterapia avanzada y diagnóstico fisioterapéutico deportivo Pablo Granell Blanc y la farmacéutica Marta Comellas Serra han llevado a cabo la segunda toma de mediciones del proyecto de investigación “Remar por la Vida”, una iniciativa que analiza los beneficios del remo en pacientes con cáncer de mama.

Desde el inicio del proyecto el pasado octubre, un equipo compuesto por diez pacientes remeras, una timonel y una remera de reserva participa en sesiones semanales de remo. Cada dos meses, un grupo de expertos multidisciplinar realiza mediciones para evaluar su evolución física y emocional, con el objetivo de extraer conclusiones científicas al finalizar el estudio en junio de 2025.

El proyecto, financiado por la Fundación Le Cadó, busca aportar evidencia sobre los efectos positivos del remo en la recuperación de pacientes con cáncer de mama, consolidándose como una iniciativa innovadora en el ámbito de la rehabilitación oncológica.

Con esta segunda toma de mediciones, la investigación avanza en su propósito de mejorar la calidad de vida de las participantes a través del ejercicio físico. La Fundación Le Cadó reafirma así su compromiso con la investigación y el bienestar de las pacientes, promoviendo iniciativas que combinan salud y actividad física.

Hera, una investigación gota a gota

El Hospital de Jerez acogerá el martes una colecta de leche materna

Será la última a nivel andaluz dentro de un estudio pionero para analizar la incidencia del cáncer de mama posparto en mujeres menores de 45 años

Jerez se va a convertir este próximo martes en la ciudad andaluza en la que concluirá la recogida de muestras de leche materna para el Proyecto Hera de investigación. La iniciativa, que se puso en marcha el pasado mes de octubre, está siendo desarrollada por el Grupo GC06 Nuevas terapias en cáncer (IMIBIC), liderado por el oncólogo Juan de la Haba y la doctora Silvia Guil, en colaboración con una red multidisciplinar de profesionales de los diferentes servicios del Hospital Reina Sofía y el Hospital San Juan de Dios y la Red de Centros de Salud del Distrito Sanitario de Córdoba y Guadalquivir.

La leche que donarán las madres jerezanas, y la que han donado ya alrededor de 2.500 mujeres en las distintas provincias andaluzas, servirá de base para el estudio de marcadores moleculares en leche materna. Se pretende con ello poder lograr el diagnóstico precoz y el desarrollo de tratamientos personalizados para el cáncer de mama posparto.

El ejercicio físico podría ralentizar la progresión del cáncer y reducir el riesgo de mortalidad

Un nuevo estudio ha encontrado pruebas de que el ejercicio podría constituir una buena intervención preventiva ante ciertos cánceres, especialmente de mama y de próstata.

El cáncer es ya la principal causa de muerte en España, después de desbancar a las patologías cardiovasculares. Se trata de un grupo de enfermedades complejas, en las que interviene un gran número de factores que incluyen cuestiones como la dieta o el ejercicio físico que realizamos.

Por ejemplo, un nuevo estudio publicado en la revista especializada British Journal of Sports Medicine ha querido indagar en el modo en el que los niveles de actividad física antes de un diagnóstico de cáncer afectan a la progresión del mismo y a su mortalidad.

Reducciones en la progresión y el riesgo de muerte

Para ello, incluyeron datos de más de 28.000 personas participantes en el plan médico Discovery Health Medical Scheme  y en el programa de promoción de la salud Vitality, que entre otras cosas permitía registrar la actividad física de estos voluntarios mediante tiempos preestablecidos de gimnasio y dispositivos wearables. 

Mas específicamente, se consideró para el estudio a personas con cáncer de estadio 1 y que había participado en el problema al menos durante un año antes del diagnóstico, de manera que hubiera medidas fiables de su nivel de actividad física antes de que se les detectase el tumor. Igualmente, llevaron a cabo un subanálisis que descartaba ciertos tipos de cáncer que tienen más probabilidades de afectar a los niveles de actividad física de las personas ya desde antes de ser detectados. Al final, los dos tipos de tumor más frecuentes fueron los de próstata y mama.

En base a los datos de que disponían, y teniendo en cuenta factores como el sexo biológico o la edad de los voluntarios, encontraron que en comparación con los que no hacían ningún ejercicio de intensidad moderada, los más activos tenían un riesgo un 27% menor de experimentar progresión de su cáncer y un 47% menos de probabilidades de morir durante el tiempo que duró el seguimiento (de media, más de 9 años).

Los beneficios del deporte y diferentes tipos de cáncer

Los beneficios se notaban también en aquellos que, aún ejercitándose menos, seguían registrando algo de actividad física. En concreto, estas personas podrían tener un 16% menos de riesgo de sufrir una progresión de su cáncer y un 33% menos de probabilidades de morir, en comparación con los que no tenían ninguna actividad física de intensidad al menos moderada.

Cuando los investigadores realizaron un análisis de los tipos específicos de cáncer encontraron beneficios similares; los tipos tumorales que más se beneficiaban de la actividad física fueron en concreto los de próstata y los de piel.

Este estudio, por su naturaleza, no establece una relación causal entre el nivel de actividad física y la progresión del cáncer, por lo que existe riesgo de que las conclusiones adolezcan de ciertos riesgos (por ejemplo, que el estado del cáncer de los participantes antes del diagnóstico afectase a sus niveles de actividad física y no al revés). Sin embargo, y especialmente cuando se ponen en el contexto de otras evidencias disponibles, estos resultados apuntan a los beneficios del deporte como intervención preventiva en el abordaje del cáncer.

FUENTE: 20MINUTOS

Me han diagnosticado cáncer de mama tres veces y esto es lo que quiero que todas las mujeres sepan sobre el tumor

El cáncer de mama es el tumor más diagnosticado cada año en España entre las mujeres y puede comenzar con un bulto en la axila.

El cáncer de mama es el tumor maligno más común entre las mujeres en España, representando aproximadamente el 30% de los cánceres femeninos. En 2023, se diagnosticaron alrededor de 35.312 nuevos casos en el país. Aunque la tasa de supervivencia a cinco años ha mejorado significativamente, situándose en un 85,5%, esta enfermedad sigue siendo la principal causa de mortalidad por cáncer en mujeres españolas, con 6.754 fallecimientos registrados en 2023.

De hecho, tal y como ocurre con otros tipos de cáncer, la incidencia del cáncer de mama ha mostrado un incremento en los últimos años, lo que subraya la importancia de la detección precoz y la investigación continua para mejorar los resultados y la calidad de vida de las pacientes. De ahí la importancia de prestar atención al mínimo síntoma, para poder así contar con un diagnóstico temprano y aumentar la tasa de supervivencia.

Sobre la importancia de esto trata de divulgar Cat Stone, doctora y especialista en cirugía cosmética con base en Auckland, que encontró un pequeño bulto cerca de su axila en 2017. En ese momento, las pruebas determinaron que era un crecimiento benigno de tejido mamario, lo que le trajo un alivio temporal.

Sin embargo, en septiembre de 2019, todo cambió. El bulto, que hasta entonces había sido blando y esponjoso, adoptó una textura más firme, parecida al dorso de un nudillo. Cat, enfrascada en las demandas de su trabajo y su rutina diaria, decidió posponer cualquier examen médico hasta que la situación se volvió insostenible. Lo que parecía una simple irregularidad sería el inicio de una batalla larga y desafiante contra el cáncer, transformando su vida para siempre.

Retrasos muy caros

Como doctora, Stone sabía perfectamente la importancia de un diagnóstico temprano, pero su profesión, irónicamente, la llevó a priorizar otras responsabilidades. Solo en enero de 2020 decidió hacerse una mamografía, motivada por el recuerdo de su amiga Helena, quien falleció a los 37 años debido al cáncer de mama. Esta no mostró nada anormal, pero una ecografía adicional reveló algo que cambiaría el curso de su vida.

Con su experiencia médica, pudo leer las imágenes antes de recibir el diagnóstico oficial, confirmando que su peor temor se había materializado. Fue diagnosticada con un cáncer de mama hormonal de grado dos, una noticia devastadora que planteó no solo una amenaza para su vida, sino también un impacto emocional profundo.

Al recibir el diagnóstico, tuvo dos miedos principales, tal y como le explica al Daily Mail, el temor a morir y la posibilidad de perder un pecho, algo que afectaba profundamente su percepción de feminidad y atractivo. Como especialista en cosmética, entendía mejor que nadie cómo la sociedad asocia el valor de una mujer con su apariencia física, particularmente con su pecho.

Esto amplificó la carga emocional del diagnóstico, añadiendo un nivel de angustia que iba más allá del impacto físico de la enfermedad. Sin embargo, decidió enfrentar el desafío con determinación, embarcándose en un agresivo plan de tratamiento que incluyó una tumorectomía, radioterapia y el uso de tamoxifeno, un medicamento hormonal que bloquea los receptores de estrógeno en el cuerpo.

Efectos secundarios

El tratamiento hormonal, aunque crucial para prevenir la progresión del cáncer, tuvo efectos secundarios devastadores en su vida. Experimentó fatiga debilitante, confusión mental y una falta de energía que la dejó postrada durante meses. Después de tres meses de tamoxifeno, tuvo que abandonar el medicamento debido a la severidad de los síntomas, enfrentándose a la difícil decisión de equilibrar su salud física con su bienestar emocional. Ya en octubre de 2021, apenas un año después de terminar su tratamiento inicial, descubrió un nuevo bulto en el mismo pecho.

Este hallazgo coincidió con calambres pélvicos dolorosos que la llevaron a realizarse un ultrasonido, revelando la presencia de fibromas y una masa anormal cerca de su ovario. La noticia fue un golpe devastador, ya que significaba que su batalla contra el cáncer estaba lejos de terminar.

Los médicos decidieron priorizar el tratamiento del cáncer de mama, lo que implicaba postergar la cirugía para tratar las anomalías pélvicas. En 2022, este tipo de enfermedad le golpeó de una manera diferente cuando perdió a su padre debido a un cáncer de médula ósea.

Este evento, combinado con sus propios problemas de salud, la llevó a intentar nuevamente el tamoxifeno, esperando que esta vez su cuerpo lo tolerara mejor. Sin embargo, los efectos secundarios fueron aún más severos, incluyendo pensamientos suicidas y un estado constante de desesperanza.

Ella, que siempre se había considerado una persona optimista y llena de energía, se encontró atrapada en una espiral de emociones negativas que no podía controlar. De este periodo y como consejo, destacó la importancia del apoyo emocional y la salud mental a la par que el tratamiento, recordando que la lucha contra esta enfermedad no es solo física, sino también psicológica.

Ya en 2023, un ultrasonido reveló que la masa en su ovario había crecido considerablemente, obligando a Stone a someterse a una histerectomía. Aunque esperaba que esta cirugía marcara el final de su viaje, en 2024 comenzó a experimentar una rápida pérdida de peso y detectó un nuevo bulto en su otro pecho. Esta vez, las pruebas revelaron la presencia de múltiples cánceres invasivos, lo que requirió otra mastectomía.

La situación parecía interminable, pero se mantuvo firme, enfrentando cada nuevo desafío y tratamiento. Antes de su diagnóstico, Stone era una trabajadora incansable, con jornadas que superaban las 80 horas semanales. El cáncer la obligó a reevaluar sus prioridades, enseñándole la importancia de cuidarse a sí misma tanto física como emocionalmente.

FUENTE: ELESPAÑOL

Resultados anormales en análisis de sangre prenatal podrían indicar cánceres maternos ocultos

Los investigadores han descubierto cánceres no diagnosticados previamente en el 48,6 % de las embarazadas que recibieron resultados anormales en la prueba prenatal de ADN libre de células (ADNlc), que se utiliza normalmente para detectar trastornos cromosómicos en el feto. Los tipos de cáncer encontrados incluyeron cáncer colorrectal, de mama, de pulmón y de páncreas, así como linfoma, colangiocarcinoma y carcinoma renal. La prueba de detección de ADNlc analiza fragmentos de ADN placentario que circulan en el torrente sanguíneo materno para identificar un cromosoma adicional o determinar el sexo del bebé. Además de detectar ADN fetal, la prueba de ADNlc también identifica ADN liberado de los glóbulos rojos de la madre y, en ocasiones, puede revelar ADN anormal que puede indicar un cáncer no diagnosticado en una embarazada asintomática. Este estudio fue publicado en el New England Journal of Medicine.

El estudio IDENTIFY, que está en marcha en los Institutos Nacionales de Salud (NIH, Bethesda, MD, EUA), está investigando las implicaciones de los resultados anormales de las pruebas de ADNlc que pueden sugerir la presencia de cáncer. Para el análisis actual, los investigadores examinaron a 107 participantes del estudio IDENTIFY para detectar cáncer mediante imágenes por resonancia magnética (RMN) de cuerpo entero, pruebas de diagnóstico médico estándar y secuenciación de ADNlc. De estas participantes, 52 fueron diagnosticadas con cáncer. Los investigadores descubrieron que la RMN de cuerpo entero era el método más eficaz para detectar el cáncer en este grupo.

Los métodos de diagnóstico tradicionales, como la revisión de la historia clínica, la evaluación de los síntomas y la realización de exámenes físicos, resultaron ser limitados para detectar el cáncer o determinar su ubicación. Se encontró que otros resultados anormales de ADNlc estaban relacionados con fibromas (tumores benignos del útero), discrepancias entre los cromosomas placentarios y fetales y hematopoyesis clonal en la madre (un precursor de los cánceres de la sangre). Los investigadores enfatizaron la necesidad de realizar más estudios para confirmar los patrones de secuenciación de ADNlc identificados en este estudio, que podrían ayudar a detectar el cáncer en mujeres embarazadas sin síntomas clínicos obvios.

FUENTE: LABMEDICA

 

Los alimentos que no faltan en las cocinas españolas y “nutren” a las células cancerosas

Por ahora, sólo lo han comprobado en roedores.

Un reciente estudio impulsado por científicos de la Universidad de Washington en St. Louis (WashU) en Estados Unidos y publicado en la revista Nature ha concluido que el consumo de fructosa está relacionado con el crecimiento de tumores en modelos animales de melanoma, cáncer de mama y cáncer de cuello uterino. Ahora bien, no es una relación directa.

La investigación precisa que es por el proceso que sigue la fructosa en el hígado, que la convierte en nutrientes utilizables para las células cancerosas. Señala, además, que este hallazgo podría servir para abrir vías nuevas en lo que a cuidado y tratamiento de distintos tipos de cáncer se refiere.

“La idea de que se puede combatir el cáncer con la dieta es fascinante”, destacan Gary Patti, el profesor Michael y Tana Powell de Química en Artes y Ciencias y profesor de genética y medicina en la Facultad de Medicina, todos en WashU, en unas declaraciones que ha difundido Europa Press. “Cuando pensamos en los tumores, solemos centrarnos en los componentes dietéticos que consumen directamente. Si ingerimos algo, imaginamos que el tumor lo absorbe”, detalla Patti.

El primer autor del estudio, Ronald Fowle-Grider, ha precisado que “los seres humanos somos complejos”. En este sentido, ha indicado que aquello que se ingiere puede ser consumido por el tejido sano, pero que más tarde sea “convertido en otra cosa que los tumores utilizan”.

“Nuestra expectativa inicial era que las células tumorales metabolizaran la fructosa igual que la glucosa, utilizando directamente sus átomos para construir nuevos componentes celulares como el ADN“, ha continuado explicando, antes de concluir que se sorprendieron al comprobar que “la fructosa apenas se metabolizara en los tipos de tumores que analizamos”.

Y el consumo de fructosa, según los investigadores, ha aumentado considerablemente en los últimos 50 años. El motivo se encuentra en el uso generalizado del jarabe de maíz, con un alto contenido de esta sustancia como edulcorante en bebidas y alimentos ultraprocesados, como los snacks.

Un estudio con ratones

La investigación comenzó alimentando con una dieta rica en fructosa a animales con tumores. Fueron midiendo la velocidad a la que crecían estos y pudieron detectar que esa fructosa promovía un aumento de los tumores, pero que no afectaba al peso corporal ni a los niveles de glucosa.

El siguiente paso fue repetir esta prueba, pero esta vez suministrando la fructosa a células cancerosas aisladas en una placa. A diferencia de lo que había ocurrido en la primera fase, las células no respondieron. Así que volvieron a observar a los animales. Mediante la metabolómica, identificaron niveles elevados de una variedad de especies de lípidos, incluidas las lisofosfatidilcolinas (LPC)

“Curiosamente, las células cancerosas no pudieron utilizar fácilmente la fructosa como nutriente porque no expresan la maquinaria bioquímica adecuada. Las células hepáticas sí la expresan. Esto les permite convertir la fructosa en LPC, que pueden secretar para alimentar a los tumores”, ha precisado Patti.

Sus hallazgos, continúa, plantean la posibilidad de que no sólo se limiten a terapias dirigidas a las células enfermas. “En cambio, podemos pensar en dirigirnos al metabolismo de las células sanas para tratar el cáncer. Esto ha funcionado con ratones en nuestro estudio, pero nos gustaría aprovechar nuestras observaciones e intentar mejorar la vida de los pacientes”, ha concluido.

FUENTE: HUFFPOST

La viguesa que repara la autoestima coloreando la piel

María Santamaría, que lleva 27 años ejerciendo la profesión de dermocolorista, ha ayudado a muchas mujeres con cáncer de mama al devolverles la areola.

María Santamaría lleva 27 años trabajando como dermocolorista, una profesión que ella misma define como «estética reparadora». Aunque es viguesa, ha vivido un tiempo en Suiza, país en el que se inició en este trabajo que la ha encandilado por completo.

«Me había formado como delineante, pero llegó un momento de crisis en la construcción, y animada por una amiga que montó un centro de estética, empecé a formarme y me dediqué por completo a la estética reparadora», explica. De hecho, es de las afortunadas que ha logrado hacer de su trabajo su hobby favorito, ya que tiene 64 años y su mayor deseo es seguir trabajando muchos más.

«Empecé en Suiza y desde el principio mi idea ha sido siempre ayudar a las personas a sentirse mejor consigo mismas», explica. Y es que esta dermocolorista ha conseguido a lo largo de su dilatada carrera mejorar la vida de muchas personas. Ha tenido clientes acomplejados por asimetrías, con imperfecciones en las areolas, con cáncer de mama o con una alopecia que les ha dejado sin cejas o pestañas. Su trabajo ha dado como resultado un cambio sustancial en la autoestima de todos ellos y un agradecimiento de por vida hacia María.

Rasgos naturales

El trabajo de esta dermocolorista ha estado siempre marcado por la sutileza, ya que busca enfatizar los rasgos naturales. «He llegado a rechazar trabajos con personas que querían que les hiciese un delineado marrón en el labio porque sé que con el tiempo eso no quedará bien. Si esa persona después, como no tiene labio, se pone ácido hialurónico, esa raya se extenderá. De hecho yo ya he corregido bastantes», cuenta.

María Santamaría nunca ha creado una empresa propia, dice, porque eso implicaría contratar a más personas y ella quiere ser la autora de todos sus trabajos. Es por ello que siempre se ha ido moviendo por clínicas de toda España y Suiza. En Santiago sigue activa en Dermogalicia, una clínica de dermatología, ubicada en Rúa da Senra. También sigue trabajando en el centro médico Cygom, de Vigo, ubicado en República Arxentina. Ya no lo hace en otros centros médicos que ella misma define como «carentes de ética profesional», pues María alza la voz para denunciar que muchas empresas solo piensan en lucrarse y anteponen el dinero al cliente y a la profesionalidad.

Micropigmentación

El dermocolorismo significa pigmento a través de la piel. Aunque mucha gente lo confunde con el arte de tatuar, no tiene nada que ver. María explica que la micropigmentación no es permanente, ya que se realiza a nivel epidérmico, mientras que el tatuaje va a la dermis. Además, este último cuenta con una paleta de colores mucho menor y la instrumentación usada es diferente.

La micropigmentación es un proceso que requiere de mucha práctica y también de un estudio previo de la piel del cliente. «Todos tenemos pieles y acidez diferentes. Los pigmentos, con el sol y el tipo de piel, se pueden oxidar. La propia piel lo escupe con el tiempo y es necesario hacer retoques».

A través de la micropigmentación, María mejora los labios de sus clientes, corrigiéndolos si tienen alguna asimetría o dándoles color a aquellos que presentan un tono apagado. También puebla las cejas de mujeres y hombres que se han quedado sin ellas, pero lo hace, siempre, de manera sutil. Resalta además los ojos con un eyeliner inferior y superior, siempre entre pestañas, y con una línea fina.

Areolas

Uno de los trabajos que quizás más agradecen sus clientes, en este caso mujeres, es la recreación de areolas tras haber sufrido un cáncer de mama. «Una mujer a la que le han quitado una mama o ambas se ve sin nada, solo con el implante, sin areolas ni pezón. A veces se hace un injerto de una areola, pero al quitar la piel de la ingle para hacerla, a veces queda blanca y hay que colorearla igualmente. Con esta técnica se consigue dar color y alzar el pezón. Este trabajo me causa una gran satisfacción porque veo la alegría que provoca en ellas», explica.

FUENTE: FARO DE VIGO