Una investigación llevada a cabo por el Colegio de Medicina de Penn en Hershey, Pensilvania (EE.UU.) ha concluido que las mujeres obesas pueden reducir el porcentaje de riesgo de cáncer de mama gracias a los ácidos grasos omega-3, presentes principalmente en el pescado azul. El estudio ha sido publicado en la revista Cancer Prevention Research.
Se contó con la participación de 266 mujeres posmenopáusicas con alta densidad mamaria, las cuales se dividieron en 3 grupos: con peso normal, con sobrepeso y con obesidad. Su objetivo era medir el cambio en la densidad de la mama de las participantes durante más de 2 años (la alta densidad de mama parece ser un factor de riesgo para el cáncer de mama, según el Instituto Nacional del Cáncer, ya que las mujeres con grandes mamas tienen de 4 a 6 veces más riesgo de desarrollar la enfermedad).
Las 266 participantes se distribuyeron aleatoriamente en cinco grupos con diferentes tratamientos. Dos grupos recibieron diferentes dosis de raloxifeno (60 mg y 30 mg), un grupo recibió cápsulas de omega-3 (4 g) y otro grupo 30 mg de raloxifeno combinados con 4 g de omega-3. Un grupo de control no recibió ningún tratamiento.
Tras 2 años, se halló una asociación entre el aumento de los niveles de ácidos grasos omega-3 en la sangre y una reducción de la densidad de mama, pero únicamente entre el 20% de las participantes que eran obesas.
Según la hipótesis, la asociación estaría motivada por el aumento de los niveles de inflamación asociados con la obesidad que conduce al cáncer de mama: “Los ácidos grasos Omega-3 tienen un efecto anti-inflamatorio, por lo que esa es una de las razones por las que sospechaba que podían ser particularmente eficaces en las mujeres obesas”, explica Andrea Manni, líder del estudio.
“El hallazgo apoya la idea de que los omega-3, son preferentemente de protección en las mujeres posmenopáusicas obesas. Esto representa un ejemplo de enfoque personalizado para la prevención del cáncer de mama“concluye Manni.
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