Los expertos y responsables del estudio han explicado que la diseminación del cáncer más allá del tumor original, conocida como metástasis, es el aspecto más mortal de la mayoría de los cánceres.Una vez que el tumor en el seno se ha diseminado a otras partes del cuerpo, los tratamientos son mucho menos efectivos y el pronóstico de un paciente empeora bruscamente.
Por eso reconocen que su objetivo es “determinar cómo podemos imitar este ‘congelamiento’ de cánceres secundarios, para que un día podamos influir en todos los cánceres de mama para mantener sus tumores secundarios bajo control”, explica la doctora Christine Chaffer, del Garvan Institute of Medical Research.
La influencia del primer tumor
Por su parte, Sandra McAllister, del Hospital Brigham and Women’s y Harvard Medical School y codirectora de la investigación, añade que “cuando las células ‘disidentes’ se ven obligadas a permanecer en el estado de transición, no crecen muy bien, y su capacidad para formar un nuevo tumor está gravemente comprometida señala”.
Posible tratamiento en el futuro
“Cuando tienes un tumor primario, hay un número incalculable de células que viajarán por todo el cuerpo, pero no todas formarán quistes. Según algunas estimaciones, menos del 0,02 por ciento de esas células formarán tumores secundarios, por lo que tenemos una oportunidad real de reducir este número a cero”, asegura Chaffer.
Los investigadores confían en poder utilizar la nueva información para encontrar formas de suprimir la propagación del cáncer en todos los tumores de mama.