Un estudio relaciona un menor riesgo de cáncer de mama con una mayor exposición al sol

Un estudio relaciona un menor riesgo de cáncer de mama con una mayor exposición al sol

El estudio se ha publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, y explica la conexión entre las pacientes con mayor exposición al sol y menor riesgo de cáncer de mama

Un estudio ha asociado un menor riesgo de cáncer de mama con una mayor exposición al sol, según los investigadores de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos) y la Universidad de Puerto Rico.

El artículo, publicado en la revista ‘Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention‘, ha utilizado para su desarrollo un cronómetro para comparar la pigmentación de la piel en aquellas mujeres expuestas al sol y en aquellas que no estaban expuestas al sol, en un total de 307 casos y 328 controles.

“Este estudio ha sido único porque fue de mujeres puertorriqueñas, lo que nos permitió ver esta asociación en una población con una amplia gama de colores de piel y con alta exposición al sol durante todo el año”, ha comentado la autora principal del estudioJo Freudenheim, profesora en el Departamento de Epidemiología y Salud Ambiental de la Facultad de Salud Pública y Profesiones Sanitarias de la Universidad de Buffalo.

Las evidencias existen, aunque reconoce la autora, que son incosistentes, pero, sin embargo, ha explicado que la exposición al sol tiene efectos sobre la inflamaciónobesidad ritmos circadianos. Los estudios anteriores sobre esta cuestión, se han realizado en lugares que experimentan variaciones estacionales en la radiación ultravioleta, incluidos períodos de exposición baja o nula. En el caso de Puerto Rico no hay una fluctuación estacional significativa.

“El riesgo de cáncer de mama fue menor para las mujeres con mayor exposición solar acumulada. De manera similar, el riesgo fue menor independientemente del estado del receptor de estrógeno, e incluso fue menor entre los participantes con un color de piel más oscuro“, ha asegurado el investigador, Cruz Nazario.

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Descubren un nuevo oncogen olfativo capaz de prevenir la metástasis del cáncer de mama

Descubren un nuevo oncogen olfativo capaz de prevenir la metástasis del cáncer de mama

Un gen que ayuda al sentido del olfato puede desempeñar también un papel en la metástasis del tumor de mama que se disemina por el cerebro, los huesos y el pulmón, según un estudio

Más allá de la pandemia de la Covid-19, el cáncer sigue siendo una de las enfermedades que mayor índice de mortalidad alcanza en nuestro país, pero también una de las áreas con hallazgos científicos más prometedores, sobre todo en lo que a cáncer de mama se refiere, incluido el cáncer de mama metastásico. Ahora, se ha descubierto que un gen receptor olfativo que ayuda al sentido del olfato puede desempeñar también un papel en la metástasis del cáncer de mama que se disemina por el cerebro, los huesos y el pulmón, según han confirmado investigadores del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) a través de un estudio publicado en la revista «iScience».

«La percepción común es que la única función de los receptores olfativos, que recubren la cavidad nasal y transmiten datos sensoriales al cerebro, es reconocer el olor y el olfato», asegura el doctor Bakhos Tannous, director de la Unidad de Terapéutica Experimental del Departamento de Neurología del MGH, profesor en la Escuela de Medicina de Harvard y autor principal del estudio. Sin embargo, hay funciones más amplias, ya que el equipo de investigadores ha descubierto además que la inhibición del gen, el OR5B21, disminuía significativamente la metástasis de las células de cáncer de mama a algunos órganos y podría ser, por tanto, una importante diana para una futura terapia que impida su propagación. «Nuestro trabajo sugiere que el receptor olfativo 5B21 es también un nuevo oncogén que puede figurar de forma destacada en la progresión del cáncer al conducir las células del cáncer de mama al cerebro y a otros lugares del cuerpo», añade Tannous.

El cáncer de mama es la segunda neoplasia maligna más diagnosticada, por detrás del tumor de pulmón, en el mundo. En nuestro país se estima que se diagnosticaron 276.239 nuevos casos de cáncer en nuestro país durante 2021, de los cuales 33.375 fueron de mama, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Y esos mismos cálculos son los que corroboran que, a pesar de que la tasa de superviviencia en estos casos es altísima (un 86%), esta enfermedad se alza como la primera causa de muerte entre las féminas afectadas por el cáncer. De hecho, la progresión del cáncer de mama al cerebro es la principal causa de mortalidad de la enfermedad, lo que subraya la necesidad urgente de nuevas dianas terapéuticas para retrasar o detener su metástasis, de ahí que este nuevo hallazgo resulte muy esperanzador.

«Sabemos que la familia de genes del receptor olfativo se sobreexpresa en diversos tipos de cáncer, como los de próstata, melanoma, pulmón e hígado, aunque su papel en el cáncer de mama ha sido poco estudiado en el pasado», lamenta la doctora Litia Carvalho, coautora del estudio. Ahora, el equipo de investigadores del Hospital General de Massachusetts ha descubierto, a través de su investigación con modelos animales, que el OR5B21 potencia o prepara a las células del cáncer de mama para hacer metástasis a través de una vía de señalización que activa un proceso conocido como transición epitelial a mesenquimal (EMT). Así, la EMT provoca múltiples cambios bioquímicos o fenotípicos en las células olfativas que incluyen una mayor capacidad migratoria hacia órganos distantes, especialmente el cerebro.

«Esta activación convierte una amplia gama de señales extracelulares en mensajes intracelulares, lo que da lugar a la proliferación, la invasión y la metástasis de las células», explica el autor principal del estudio, Mao Li, investigador en la Unidad de Terapéutica Experimental. «Nuestros hallazgos son novedosos para el campo, aunque se necesita más investigación para determinar exactamente cómo OR5B21 induce la metástasis», añade.

La investigación futura también podría conducir a un inhibidor molecular de OR5B21 en respuesta al descubrimiento del equipo de que la regulación a la baja del receptor olfativo dio lugar a una disminución significativa de la metástasis de las células cancerosas. «Nuestra esperanza es que el uso de OR5B21 como diana para la terapia adyuvante podría ayudar a cubrir una enorme necesidad médica no satisfecha al prevenir la metástasis del cáncer de mama al cerebro y otros órganos, y así prolongar la supervivencia de las pacientes», concluye Tannous.

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detección precoz cáncer de mama

Cáncer de mama en España: crece la detección precoz tras la Covid-19 y baja la mortalidad

Pese a los importantes avances médicos que se han desarrollado en las últimas décadas, a día de hoy mueren en España más de 6.000 mujeres al año por cáncer de mama.

Este martes, 19 de octubre, se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama. En España, al igual que en el resto de países, la detección de esta enfermedad ha estado considerablemente condicionada por la irrupción de la pandemia de Covid-19. Tras esta etapa, las cifras ya muestran un aumento de casos diagnosticados y de la detección precoz. Por su parte, la mortalidad tiende a reducirse.

Según el informe ‘Las cifras del cáncer en España’, publicado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), durante 2020 este tipo de tumor fue el que más casos diagnosticados registró a nivel mundial a nivel mundial. No obstante, los datos se ven afectados por la Covid-19, en el sentido de que la efectividad de los programas de cribado se redujo.

La SEOM destaca que el número de casos de cáncer de mama ha aumentado en las últimas décadas debido a que también ha subido el volumen de detección precoz

Para el 2021, apuntando que aún no está claro cómo afectará la incidencia de la pandemia, esta sociedad estima que aumente el número de mujeres diagnosticadas de cáncer de mama. Según la SEOM, serán unos 33.375 los nuevos casos. Por su parte, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) calcula que serán 34.333.

En todo caso, desde la SEOM destacan que en España, el número absoluto de cánceres diagnosticados ha aumentado en las últimas décadas por diferentes circunstancias. En lo que respecta al tumor de mama, este incremento se ha debido a que también ha subido el volumen de detección precoz. Mientras, las causas de que haya más casos de cáncer, en general, se deben al “aumento poblacional”, al mayor “envejecimiento” o a una mayor “exposición a factores de riesgo”.

PREVALENCIA, MORTALIDAD Y SUPERVIVENCIA

En España se diagnosticaron 32.953 mujeres con cáncer de mama durante el año 2020. Mientras, su mortalidad fue inferior, con una estimación de 6.606 fallecimientos según el Observatorio Global del Cáncer. Mientras tanto, su prevalencia a los 5 años fue de 144.233 el pasado año, estadísticas que según la SEOM “pueden estar sujetas a modificación debido a los avances terapéuticos”.

Mientras que en la UE, las estimaciones dicen que “la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres es superior a la mortalidad por cáncer de mama desde 2016”, esto aún no ha ocurrido en nuestro país

En comparación con las cifras que ofrece el continente europeo, España muestra una particularidad. Mientras que en la UE, las estimaciones dicen que “la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres es superior a la mortalidad por cáncer de mama desde 2016”, esto aún no ha ocurrido en nuestro país. A pesar de ello, sí que se muestra un descenso de mortalidad asociada a este tipo de tumor.

En las mujeres, el cáncer de mama tuvo una supervivencia neta a 5 años del 85,5% de las pacientes diagnosticadas entre 2008 y 2013. Se ubica tan solo por detrás del cáncer de tiroides (93,1%) y del melanoma cutáneo (89%).  Por su parte, la supervivencia más baja se registró en el cáncer de páncreas (10%), en los de hígado y esófago (16%) y en el de pulmón (18%).

ESTRATEGIA NACIONAL Y CRIBADO

En España, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han logrado actualizar recientemente la Estrategia Nacional en Cáncer. Durante este año, la ministra Carolina Darias ha incidido en la importancia de “seguir apostando por la investigación y la mejora de la calidad de vida de las mujeres afectadas por cáncer de mama y cáncer de mama metastásico, de la mano de la ciencia y la innovación”. Este lunes, también apuntó que en dicha actualización, “los tratamientos frente al cáncer de mama tienen carácter prioritario en los planes oncológicos”.

Entre los años 70 y la actualidad se ha conseguido aumentar la supervivencia por cáncer de mama en un 20% gracias a los distintos avances médicos

Por su parte, desde la década de 1990 se lleva a cabo el programa de cribado de cáncer de mama., que se realiza en todas las comunidades y ciudades autónomas y cuenta con una cobertura superior al 90% de la población objetiva. Sanidad destaca que esta actuación ha demostrado “la obtención de una disminución de mortalidad en las mujeres a las que se oferta”. Los criterios para su realización son los siguientes: se hace una prueba de mamografía a mujeres comprendidas entre 50 y 69 años, con un intervalo de 2 años entre exploraciones.

INVESTIGACIÓN EN CÁNCER

Desde la Sociedad Española de Oncológica Médica también han expuesto las mejoras que han supuesto sobre las mujeres los avances en el ámbito de la investigación. Algunas de las claves han sido el beneficio de la quimioterapia tras la cirugía, la hormonoterapia, el desarrollo de nuevos fármacos, una mejor estratificación gracias a los test genómicos, el avance de la inmunoterapia o el incremento de las cirugías con conservación del seno.

Cada una de estas mejoras, indican desde la SEOM, ha supuesto “una mejora de un 2% o 3% en la tasa de recaídas” mientras que entre los años 70 y la actualidad se ha conseguido aumentar la supervivencia en un 20% gracias a este tipo de avances. Pese a ello, el mayor reclamo de asociaciones de pacientes científicas es que aumente aún más la inversión, tanto pública como privada, en la investigación para que se produzcan con más frecuencia estos avances médicos.

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deporte cáncer de mama

El deporte puede ayudar en prevención y tratamiento del cáncer de mama

Fortalecimiento del sistema inmune, mejora en el estado de ánimo, menor riesgo de metástasis y mejor tolerancia a los tratamientos oncológicos son algunos de los beneficios de practicar actividad física de manera regular.

Dentro de las investigaciones realizadas en el mundo de las ciencias del ejercicio, se ha demostrado que el cáncer de mama es una de las patologías oncológicas con mejor respuesta a la realización de actividad física regular, tanto en materia de prevención como del tratamiento de la enfermedad.

“El cáncer de mama resulta ser uno de los tipos de cánceres que puede ser altamente prevenido mediante la práctica de ejercicio físico regular, entendiendo esto como la realización de al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana. Asimismo, se ha demostrado que el ejercicio en personas diagnosticadas puede aumentar la expectativa de vida en un 40%. Así, sentarse menos y moverse más, es definitivamente un remedio bueno, bonito y barato cuando pensamos en cómo prevenir y tratar esta enfermedad”, asegura Eduardo Méndez, médico deportólogo de Bupa Sport.

Entre los principales beneficios, destaca el fortalecimiento del sistema inmune; una disminución muy importante en el riesgo de metástasis; una mejor tolerancia a los tratamientos que habitualmente son utilizados en pacientes diagnosticadas con cáncer de mama; y una menor tasa de depresión y trastornos del ánimo.

Respecto a qué tipo de ejercicio hacer, el doctor Méndez sostiene que no existe alguno más recomendable que otro, sino más bien el que más motive y entusiasme a la persona, de manera que se sienta animada a seguir practicándolo a lo largo del tiempo.

“Sin embargo, siempre es bueno incluir tanto ejercicios cardiorrespiratorios, como caminar, andar en bicicleta o trotar, con ejercicios de fuerza. Estos últimos muchas veces son visto de lejos por las mujeres, pensando que las harán verse más masculinas, cuando en realidad eso no ocurre y su práctica al menos dos veces a la semana no solo se relaciona con disminución de muchas enfermedades, sino que con un mejor control del tejido graso y una adultez más saludable e independiente”, sostiene el especialista.

Así, el médico deportólogo, enfatiza la importancia de mantenerse en movimiento, ya que cada paso cuenta. “La actividad física es una medicina que todos tenemos a mano, lo importante es atreverse y buscar la forma de practicarla”, añade Méndez.

Vea la versión original en: https://www.elmostrador.cl/generacion-m/2021/10/27/el-deporte-puede-ayudar-en-prevencion-y-tratamiento-del-cancer-de-mama/

supervivencia cáncer de mama

La supervivencia en dos de los tres tipos de cáncer de mama avanzado se duplica en la última década

Las pacientes con dos de los tres tipos más comunes de cáncer de mama avanzado tienen ahora un tiempo medio de supervivencia de al menos cinco años, el doble que hace una década, según ha resaltado un panel de expertos en la Sexta Conferencia Internacional de Consenso sobre Cáncer de Mama Avanzado.

Cuando el cáncer de mama se extiende a otras partes del cuerpo (lo que se denomina cáncer de mama metastásico o avanzado), resulta más difícil de tratar y, en consecuencia, los tiempos medios de supervivencia han sido bajos. Sin embargo, en los últimos diez años se ha investigado más sobre el cáncer de mama avanzado, lo que significa que los médicos saben ahora mucho más sobre cómo tratar la enfermedad.

En una sesión en la que se acordaron las nuevas directrices para el tratamiento del cáncer de mama avanzado, estos expertos afirmaron que es necesario seguir trabajando para encontrar tratamientos que sean eficaces para el tercer tipo de cáncer de mama avanzado, llamado triple negativo), en el que el tiempo medio de supervivencia sigue siendo menor.

El subtipo más común de cáncer de mama avanzado se conoce como hormonodependiente o receptor de estrógeno positivo (ER+) porque su crecimiento se ve alimentado por la hormona estrógeno. Otro subtipo se conoce como HER2+ porque las células cancerosas producen demasiada cantidad de una proteína conocida como HER2, que estimula su crecimiento.

En la última década, la mediana de supervivencia de estos dos subtipos de cáncer de mama avanzado, que juntos representan el 85 por ciento de los casos, ha pasado de uno o dos años a cinco. Esto significa que la mitad de los pacientes con estos cánceres pueden vivir más de cinco años, y algunos hasta diez.

El tercer subtipo, conocido como cáncer triple negativo porque no se alimenta de estrógenos y no produce en exceso el HER2, tiene menos opciones de tratamiento y, en consecuencia, las pacientes tienen una peor supervivencia.

En los últimos dos años, la esperanza ha aumentado también para este subtipo, con dos nuevos tratamientos que proporcionan algún beneficio de supervivencia. En las nuevas directrices acordadas en cáncer de mama avanzado, los expertos afirman que las pacientes con este subtipo deberían tener acceso a estos nuevos fármacos, el govitecan sacituzumab y los agentes anti-PD-L1, especialmente el pembrolizumab.

Un objetivo clave de las Conferencias de Cáncer de Mama Avanzado y de la Alianza Global cáncer de mama avanzado es duplicar la supervivencia de las pacientes con la enfermedad para el año 2025. “Hemos dado un gran paso hacia nuestro objetivo de duplicar el tiempo medio de supervivencia de las pacientes, ya que lo hemos conseguido en dos de los tres subtipos de cáncer de mama avanzado”, ha comentado la presidenta de la Conferencia cáncer de mama avanzado, la profesora Fátima Cardoso, directora de la Unidad de Mama del Centro Oncológico Champalimaud de Lisboa (Portugal).

Pese a que la enfermedad “sigue siendo incurable”, Cardoso apunta que se ha “recorrido un largo camino”. “Significa que la mayoría de las pacientes tienen dos o tres años más de vida, con una buena calidad de vida también. La supervivencia también ha mejorado en el caso de las pacientes con enfermedad triple negativa, pero tenemos que hacer más por ellas, sobre todo porque suele afectar a personas más jóvenes que a menudo tienen hijos pequeños que cuidar”, ha apuntado.

 

Vea la versión original en: https://www.pressdigital.es/texto-diario/mostrar/3297551/supervivencia-tres-tipos-cancer-mama-avanzado-duplica-ultima-decada?utm_source=google&utm_medium=clic&utm_campaign=sitemapnews

vacuna cáncer de mama

La primera vacuna contra el cáncer de mama comienza su primer ensayo en humanos

Hasta ahora, ha mostrado resultados muy prometedores en las pruebas sobre modelos animales.

El cáncer de mama es uno de los más comunes: se calcula que constituye aproximadamente un tercio de todos los cánceres en mujeres. Afortunadamente, son muchos los investigadores que se dedican a investigar numerosos aspectos de esta enfermedad a fin de encontrar mejores modos de curarla y, quizás, alguna forma de prevenirla.

Este es el objetivo de una posible vacuna desarrollada por científicos del Cleveland Clinic’s Lerner Research Institute, cuyos detalles aparecen detallados en un artículo publicado en ClinicalTrials.gov.

Concretamente, con este suero, que está comenzando su primera fase de ensayos en humanos, pretenden prevenir el desarrollo del cáncer de mama triple-negativo (TNBC por sus siglas en inglés), ya que actualmente la única opción profiláctica para las personas que corren un alto riesgo de desarrollarlo es la mastectomía (extirpación quirúrgica de la mama). Idealmente, la vacuna también mejoraría las perspectivas de las personas que ya han sobrevivido a este tipo de cáncer en el pasado.

Diseño del ensayo clínico

El ensayo, que busca confirmar las dosis adecuadas de la vacuna, se practicará sobre una cohorte de entre 18 y 24 pacientes que hayan recibido tratamiento para los estadios tempranos de esta forma de cáncer en los tres años anteriores; en todos los casos, deben haber sido declarados libres de tumores pero tener un alto riesgo de recurrencia.

A estas personas se les administrará el suero en tres dosis separadas por dos semanas entre cada dosis, y serán estrechamente monitorizadas con el fin de encontrar cualquier posible efecto secundario o respuesta inmune a la vacuna.

Si el estudio, que se considerará completo en septiembre de 2022, demuestra que esta dosis de la vacuna es segura y efectiva, se ampliará el número de participantes con personas en buen estado de salud.

El mecanismo de la vacuna

Aunque normalmente asociemos las vacunas a las enfermedades víricas (porque estas son las primeras contra las que se desarrollaron y porque constituyen la mayoría de las enfermedades contra las que nos vacunamos de forma rutinaria), en realidad existen vacunas contra otros tipos de patógenos y, aunque por el momento no se ha logrado crear ninguna con éxito, la idea de una vacuna contra el cáncer no es nueva.

Al fin y al cabo, una vacuna no es una cosa que una preparación que estimula al sistema inmune para que se active, combata y guarde registro de una enfermedad concreta.

Este es el principio detrás de este suero, sólo que, en lugar de emplear un microorganismo muerto, modificado o debilitado (o su ADN o ARN) prepara al cuerpo para reaccionar contra una proteína, la a-lactalbumina. Se trata de una sustancia que el cuerpo produce, en circunstancias normales, sólo durante las últimas etapas del embarazo y durante la lactancia; pero que, sin embargo, aparece sobreexpresada en los tumores emergentes.

Antes de llegar a los ensayos en humanos, el suero ha sido probado en ratones hembra y en otros modelos animales; en todos los casos, se demostró que lograba inhibir la aparición de tumores mamarios y que no provocaba inflamación autoinmune, lo que hace seguro su uso.

Además, la vacuna logró incluso parar el crecimiento de tumores existentes en esos mismos modelos animales en los que fue testada.

Un largo camino

Con todo, no conviene apresurarse. El presente ensayo es de fase uno, lo que significa que su principal objetivo es determinar la seguridad de la vacuna y su dosis adecuada. La eficacia, por contra, deberá evaluarse en los ensayos de fase dos y fase tres. Esto significa que, aún cuando todo vaya bien, la vacuna no podrá en ningún caso estar disponible para su uso general hasta dentro de varios años.

Además, los investigadores deben ser especialmente cautelosos, ya que tanto el objetivo como el agente de la vacuna no han sido probados en humanos con anterioridad. Por ello, todavía existe una cierta incertidumbre sobre la posible ocurrencia de efectos secundarios, pese a los buenos resultados obtenidos sobre los modelos animales.

Por otra parte, debido a la especificidad del mecanismo de acción, debe variar también el perfil de las pacientes; es posible que el suero no se comporte de la misma manera en mujeres que están experimentando la menstruación, por ejemplo, que en mujeres que se encuentren en período de lactancia.

Sea como sea, los creadores de la vacuna recuerdan que todos los fármacos que hoy en día utilizamos con tranquilidad y seguridad estuvieron algún día en fase uno de ensayos en humanos, por lo que aunque hará falta aún prudencia y paciencia el presente experimento abre horizontes esperanzadores.

Vea la versión original en: https://www.20minutos.es/salud/actualidad/la-primera-vacuna-contra-el-cancer-de-mama-comienza-su-primer-ensayo-en-humanos-4877232/?autoref=true

Investigadores del Virgen del Rocío identifican un biomarcador clave contra el cáncer de mama

Investigadores del equipo del Hospital Virgen del Rocío de la Alianza Andalucía–Roche han identificado un biomarcador en cáncer de mama metastásico que anticiparía la respuesta a la quimioterapia neoadyuvante previa a la cirugía.

El equipo de Javier Salvador, del Hospital Virgen del Rocío, presentará estos resultados en un congreso internacional sobre esta patología que se celebrará en diciembre en EE.UU.

Investigadores de la Alianza Andalucía-Roche, participada por la Consejería de Salud y Familias y la farmacéutica Roche, han identificado un posible biomarcador en cáncer de mama metastásico que podría anticipar la respuesta a quimioterapia neoadyuvante previa a la cirugía. Este tipo de quimioterapia -quimioterapia neoadyuvante (QTNA)- es la que se aplica antes de realizar una cirugía y constituye el tratamiento estándar en el cáncer de mama localmente avanzado. Los principales objetivos de la QTNA son conseguir una cirugía conservadora, controlar de forma temprana la enfermedad micrometastásica, disminuir el tamaño tumoral y testar la quimiosensibilidad del tumor in vivo.

En respuesta a la QTNA, la ausencia de enfermedad residual en la mama y los ganglios linfáticos tras el tratamiento supone un predictor de respuesta a largo plazo y da al especialista información pronóstica. En la práctica clínica, reconocer a las pacientes que pueden lograr tal respuesta resulta un desafío para el oncólogo, lo que hace que la identificación de nuevos biomarcadores de respuesta al tratamiento sea de vital importancia.

La Unidad de Oncología Médica del Hospital Virgen del Rocío liderada por el doctor Javier Salvador, en el marco de la Alianza Mixta de Andalucía-Roche, se encuentra inmersa en la búsqueda de tales biomarcadores que permitan al oncólogo anticipar la respuesta a la QTNA en pacientes con cáncer de mama e incrementar así la capacidad de predecir qué pacientes se beneficiarán de la terapia y lograrán una respuesta completa patológica, lo que a su vez permitiría una mejor estratificación de las pacientes y una medicina más personalizada.

Concretamente, en el subtipo de cáncer de mama denominado HER-2, se ha identificado un biomarcador que se encuentra sobre-expresado en aquellas pacientes que no responden al tratamiento. Para ello, desde el laboratorio de la Unidad se han analizado y comparado los datos genómicos de 16 muestras de pacientes que respondieron a la QTNA con 14 muestras de pacientes que no respondieron. Este hallazgo ha sido aceptado para su presentación en el Congreso Americano de Cáncer de Mama San Antonio Breast Cancer Symposium SABCS 2021, que tendrá lugar la segunda semana de diciembre en Texas.

De demostrarse este hallazgo en una cohorte mayor de pacientes de cáncer de mama del subtipo HER-2, se podría evitar someter a estas pacientes a un tratamiento que no les serviría para afrontar su enfermedad, abriendo la puerta a la posibilidad de buscarles otro más adecuado a su perfil genómico.

Alianza Andalucía-Roche

El impulso de la investigación traslacional, liderada desde la clínica, para conseguir soluciones innovadoras para los pacientes de cáncer de mama, pulmón, colorrectal o páncreas es el objetivo de una alianza público-privada entre la Consejería de Salud y Familias y Roche Farma. En este sentido, esta alianza estratégica en oncología médica de precisión tiene como objetivos científicos la concreción de biomarcadores diagnósticos para mejorar e incrementar la predicción y los pronósticos en diferentes tipos de cáncer, así como la evaluación de nuevos agentes y estrategias de inmunoterapia, aportando soluciones innovadoras a los pacientes desde un enfoque multidisciplinar.

Para ello, desde la alianza se persigue la implementación de herramientas moleculares y la caracterización del microbioma que ayude a mejorar los actuales métodos de diagnóstico y el desarrollo de nuevas plataformas preclínicas.

Vea la versión original en: https://www.sevillaactualidad.com/sevilla/211978-investigadores-del-virgen-del-rocio-identifican-un-biomarcador-clave-contra-el-cancer-de-mama/

Equipo Hospital Alicante

Pacientes con Cáncer de Mama prueban nuevos fármacos en el Hospital de Alicante

Un nuevo anticuerpo conjugado demuestra una eficacia superior respecto al mejor tratamiento actual, aumentando la supervivencia de forma significativa.

El Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Alicante (HGUA) se suma a la celebración del Día Internacional del Cáncer de Mama, cuyo objetivo es concienciar y promover el diagnóstico precoz de la enfermedad.

“Queremos hacerlo también destacando los avances terapéuticos conseguidos por la ciencia en el último año, de los cuales ya se han podido beneficiar también algunas de nuestras pacientes”, apunta el doctor José Ponce, representante del Servicio de Oncología Médica en el Comité de Patología Mamaria del centro; un comité oncológico multidisciplinar que goza de prestigio provincial, en el que intervienen servicios como Radiodiagnóstico, Anatomía Patológica, Ginecología, Cirugía Plástica y Oncología Médica, entre otros, para el abordaje terapéutico de pacientes con cáncer, con el fin de ofrecer un tratamiento individualizado.

Por lo que respecta a los avances en cáncer de mama, desde el mes de marzo, 12 pacientes del General de Alicante se han podido beneficiar de 2 nuevos fármacos, denominados Tucatinib y Trastuzumab-Deruxtecan, “que han demostrado un aumento significativo de la supervivencia en pacientes con cáncer de mama metastásico Her2+, un suptipo de tumor que padece una de cada 5 mujeres con cáncer de mama”, señala el doctor Ponce.

Así, estos tratamientos se han administrado “con resultados muy esperanzadores, gracias a la puesta en marcha de programas de uso compasivo facilitados por las compañías farmacéuticas, dado que, hasta la fecha, el fármaco todavía no está disponible para uso habitual en nuestro país”, precisa.

De especial relevancia es el tratamiento Trastuzumab-Deruxtecan que se trata de un anticuerpo conjugado, una  molécula híbrida que, por una parte, contiene un anticuerpo que se dirige hacia la célula tumoral diana y, por otra, lleva unida una quimioterapia, que actúa en forma de “bomba teledirigida”. De este modo, como explica el oncólogo, “el fármaco actúa como un “dron cargado con explosivos” que se dirige selectivamente hacia las células malignas del tumor, resultando altamente eficaz”.

Así, el Trastuzumab-Deruxtecan ha sido el fármaco más destacado en el último congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés), celebrado el pasado mes de septiembre, “donde ha demostrado unas tasas de respuesta y de supervivencia nunca vistas previamente. En un escenario donde el mejor arsenal terapéutico con el que contábamos hasta ahora para estas pacientes consigue controlar la enfermedad durante unos siete meses de media, con este nuevo fármaco logramos superar los dos años de tratamiento”, prosigue.

Además y siguiendo con esta línea, el HGUA y el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL), están participando en el ensayo clínico ‘Destiny-Breast05’, internacional y de carácter multicéntrico, que estudia este mismo fármaco en etapas más precoces de la enfermedad, tras la cirugía del cáncer de mama, con el objetivo de aumentar el porcentaje de pacientes curadas a largo plazo.

“Otro anticuerpo conjugado novedoso, cuyos resultados positivos han sido comunicados en el último Congreso ESMO, es el Trastuzumab-Duocarmacina, que fue testado en el ensayo clínico ‘Tulip’, en el que hemos podido participar en nuestro centro, con la inclusión de cuatro pacientes de nuestro Hospital”, apunta el representante del Comité de Patología Mamaria.

54 ensayos clínicos activos

El Servicio de Oncología Médica del HGUA ha experimentado un incremento de su capacidad investigadora en los últimos diez años, duplicando el personal que se dedica a investigación de manera exclusiva. En el último año se han mantenido activos un total de 54 ensayos clínicos, gestionados a través de ISABIAL, lo que lo convierte en la actualidad en el servicio del centro hospitalario con un mayor número de ensayos abiertos. Una tercera parte, en concreto 20 de ellos, se dirigen precisamente a pacientes con carcinoma de mama, cuyo investigador principal es el doctor Ponce.

En su firme apuesta por la investigación, además de contar con la implicación de los profesionales sanitarios que conforman la plantilla de Oncología Médica, dispone de una estructura de personal investigador que aporta ISABIAL, en concreto tres enfermeras, dos biólogos/-as y una administrativa, que se dedican a tiempo completo a tareas relacionadas con la investigación clínica de los pacientes oncológicos.

“Gracias a esta estructura y al esfuerzo de todos los profesionales, los ensayos clínicos están en constante aumento, lo que genera más recursos para seguir avanzando en el arduo camino de la investigación clínica, cuyo objetivo final es repercutir positivamente en el pronóstico y la calidad de vida de nuestras pacientes”, remarca el doctor Ponce.

Vea la versión original en AlicantePress

Es validado el primer biomarcador que predice la supervivencia en cáncer de mama metastásico

Investigadores del Clínic-IDIBAPS, la UB y SOLTI han identificado y validado una clasificación molecular en el cáncer de mama hormonosensible avanzado que ya ha resultado ser muy útil para el tratamiento de los pacientes con esta patología. El estudio ha determinado cuatro subtipos (Luminal A, Luminal B, HER2-enriquecido y Basal-like) que ayudarán a afinar mucho más los tratamientos y maximizar su efectividad.

Se trata del mayor estudio en demostrar el valor del biomarcador y el primero en hacerlo en el contexto de los inhibidores de la proteína CDK4/6, como el ribociclib. La investigación, publicada en la prestigiosa revista Journal of Clinical Oncology, la ha coordinado el doctor Aleix Prat, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic y presidente de SOLTI.

“Observamos que había pacientes en los que la enfermedad estaba muy controlada con la terapia hormonal y el ribociclib, pero otros a los que el tratamiento no les hacía efecto. Y esto que veíamos en la consulta en parte se explica gracias a estos cuatro grupos moleculares que hemos identificado”, explica Prat a La Vanguardia.

Para llevar a cabo su estudio, los investigadores analizaron la expresión de 152 genes en 1.160 pacientes con cáncer de mama hormonosensible avanzado (el mayoritario, supone un 70% de los casos) tratados en tres ensayos clínicos fase III del programa MONALEESA, que llevó a la aprobación del ribociclib por las autoridades sanitarias.

Un total de 488 pacientes recibieron la terapia hormonal sola y 672 en combinación con el ribociclib. El subtipo molecular Luminal A fue el más frecuente (47%), seguido por el Luminal B (24%), HER2-enriquecido (13%) y Basal-like (3%).

Comparado con el Luminal A, el riesgo de progresión de la enfermedad fue superior en el resto de subtipos moleculares. Por ejemplo, en los subtipos HER2-enriquecido y Basal-like fue 2 y 4 veces superior comparado con el Luminal A. Los investigadores también observaron que todos los subtipos moleculares se beneficiaron del ribociclib, excepto el Basal-like.

“Por un lado, nuestro estudio valida definitivamente observaciones previas sobre el valor pronóstico de la clasificación molecular. Por otro, demostramos por primera vez el alto valor clínico de ribociclib en el subtipo HER2-enriquecido, un grupo de tumores muy agresivo cuando se trata con terapia hormonal solamente”, apunta Prat.

Rosa Olmos, de 52 años, padece el subtipo HER2-enriquecido y ya se está beneficiando de este tratamiento hormonal combinado con ribociclib. “Me ha ido muy bien, tengo muy buena calidad de vida”, explica.

Fue con la aparición de la segunda metástasis (la primera la tuvo en la cadera y la segunda en las vértebras) cuando el doctor Prat, conocedor de los potenciales beneficios de combinar la terapia hormonal con el ribociclib, le propuso incluir el fármaco en el tratamiento.

Y todo cambió. “Mi situación ahora es mejor que cuando sólo tenía una metástasis. Casi no tengo efectos secundarios. Ha sido un acierto”. Madre de cuatro hijos, cuenta que hace “vida normal”, trabajando entre “ocho y diez horas diarias”.

“Al cáncer hay que ponerle nombre, primer apellido y segundo”, subraya. “Yo ya tengo este segundo apellido, y para mí no tiene precio. El diagnóstico molecular evita que mi organismo esté recibiendo algo que le puede hacer daño y que además puede que no le funcione”, agrega.

A diferencia de Rosa, esta combinación del tratamiento hormonal con un inhibidor de la proteína CDK4/6 no ha surgido efecto en el caso de Ester Ventoso (66 años), que padece el subtipo Basal-like.

La estuvieron tratando durante cuatro meses con dicha combinación sin ningún resultado. “Mi doctora me dijo que gracias al descubrimiento que han hecho [la clasificación molecular] habrían sabido de antemano que el tratamiento hormonal con el fármaco no me iba a funcionar”.

En noviembre entró en un ensayo clínico y por el momento le está funcionando. Cada dos meses la someten a un tac para comprobar que no le surjan metástasis en los huesos (ella la tiene en el pulmón).

El cáncer de mama afecta a 2,3 millones de personas y causa la muerte de 571.000 cada año. Entre los diferentes tipos de cáncer de mama, el hormonosensible representa el 70% de todos los casos. Cuando la enfermedad está en una fase precoz, el tratamiento local, la quimioterapia y el tratamiento hormonal durante 5 o 10 años han demostrado grandes beneficios a largo plazo en cuanto a la supervivencia.

Aun así, un 20-30% de las pacientes acaba presentando enfermedad avanzada durante el seguimiento. En este contexto, la supervivencia está comprometida y hacen falta biomarcadores y tratamientos específicos.

Actualmente, todos los pacientes con cáncer de mama hormonosensible reciben tratamiento hormonal (combinado, en algunos casos, con ribociclib). Pero gracias a la validación de esta clasificación molecular, esta realidad podría cambiar, como ya ocurre en el Clínic.

Hace tiempo que el equipo del doctor Prat conoce los buenos resultados que ofrece esta clasificación, y es por eso que ya tienen en marcha estudios clínicos multicéntricos donde seleccionan a los pacientes en base a este perfil molecular.

“Estamos testando nuevas terapias en estos grupos que nos preocupan más, como el Basal-like, para encontrar un tratamiento que funcione. Ahora estamos probando la inmunoterapia en este grupo”, esgrime.

Esta clasificación molecular todavía no se usa a nivel clínico. Falta ver cuál será la reacción de la comunidad científica a la publicación de su validación por parte del laboratorio que dirige el doctor Prat.

“Pero ya existen tests moleculares que identifican esta biología, y nosotros hemos demostrado su potencial utilidad clínica. Falta que estos tests se implementen en este contexto”, destaca el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic.

A su juicio, la clave de la investigación ha sido poder “acceder a unas muestras muy preciadas que son de estudios en fase III”. “Son tres estudios internacionales muy grandes, bien diseñados, muy homogéneos y donde todo está muy bien controlado. Hemos podido hacer algo que muy pocos biomarcadores consiguen”, relata Prat.

Desde hace cinco años, la línea de investigación de su laboratorio ha permitido describir la heterogeneidad biológica de la enfermedad hormonosensible e identificar los cuatro grupos moleculares con diferentes pronósticos y sensibilidades a los tratamientos. “Por eso ahora hemos tenido la capacidad de convencer a Novartis de que nos dieran acceso a estas muestras para realizar nuestro estudio”.

Según Prat, lo “novedoso” de su investigación es que han conseguido “validar” los biomarcadores, cuando “la mayoría se quedan en la fase de ser prometedores”. “No hay muchos biomarcadores que hayan dado el salto a ser validados”, concluye.

Este estudio ha sido financiado por Novartis, el Instituto de Salud Carlos III, la Breast Cancer Research Foundation, la Fundación Breast Cancer Now, la Generalitat de Catalunya dentro del programa Peris, la Fundació La Marató TV3, fondos europeos Horizon 2020 (proyecto RESCUER), la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), y las asociaciones Save the Mama, Pas a Pas y Cáncer de Mama Metastásico.

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Se detecta un posible freno al desarrollo de la metástasis del cáncer de mama

Actuar sobre una proteína concreta -la POU1F1- para incidir negativamente en el desarrollo de la metástasis del cáncer de mama. Esa es una posibilidad que se abre tras la investigación llevada a cabo por un grupo del CiMUS de la USC liderado por Román Pérez-Fernández. «Esta proteína hace que el tumor sea más malo», simplifica el investigador. Lo hace a través de la regulación de LDHA, lo que permite modificar el fenotipo de las células cancerosas y favorecer la progresión tumoral y la metástasis.

Este hallazgo suma en la cadena del grupo que viene estudiando esa proteína desde hace años. «Sabíamos que la POU1F1 se produce en la glándula mamaria y que cuando se produce mucha es mala, porque hace que las células tumorales crezcan más, migren más, invadan más y, por tanto, que hagan metástasis», recuerda Pérez-Fernández. Todos esos estudios han sido documentados con publicaciones en revistas científicas especializadas. En su nuevo paso, que lo recoge la revista Oncogene, han ido más allá. Se plantearon si esa proteína estaba relacionada con el cambio de metabolismo de las células cancerosas. Y demostraron que sí.

«Esta proteína regula una encima que es clave en la formación de lactato», confirma el investigador. Este lactato lo producen las células cancerosas en lo que se denomina el efecto Warburg, nombre derivado del científico que lo descubrió en los años treinta. La investigación del grupo de Román Pérez-Fernández vincula la citada proteína con ese lactato que favorece la progresión del cáncer de mama, metástasis y la activación de los fibroblastos.

«El lactato aumenta la proliferación, la migración y la invasión de las células del cáncer de mama. Además, activa los fibroblastos normales transformándolos en fibroblastos asociados al cáncer. Clínicamente, en pacientes con cáncer de mama, una mayor expresión de POU1F1 y LDHA se relaciona con la formación de metástasis», explica el primer firmante del artículo Anxo Martínez-Ordóñez. «Nuestros datos -añade- indican que la POU1F1 induce una reprogramación metabólica por medio de la regulación de LDHA en células tumorales de mama humanas, modificando tanto las características de las células cancerosas y promoviendo progresión tumoral».

Vitamina D e inhibidores

Con este descubrimiento de una diana terapéutica en el abordaje del cáncer se abre una vía de futuro, actuando directamente sobre la proteína POU1F1. «Hay una sustancia que la disminuye, que es la vitamina D», señala Román Pérez-Fernández. «Nosotros decimos o bien por esa vitamina D o por inhibidores de la LDHA, que ya se conocen, podría ser un buen tratamiento para este tipo de tumores», completa.

«En teoría, la célula tumoral se volvería más buena y, por tanto, no sería más mala. Si tú frenas el avance tumoral lograrías que hicieras menos metástasis o que no lo hiciera», expone. Todo esto, que apunta solamente en el campo del cáncer de mama, discurre en el terreno de la mera hipótesis. Como ocurre en estas investigaciones, depende de un desarrollo posterior que lo valide.

«En desarrollo de fármacos para cáncer es probablemente de los más complicados de casi todos, porque actúa en otras células y tiene que estar todo muy controlado. Normalmente, tarda entre 10 y 15 años. Pero también tardaba el del covid-19 y se hizo en un año. Todo depende del interés y de los recursos que se pongan», concluye Pérez-Fernández.

 

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