Los alimentos que no faltan en las cocinas españolas y “nutren” a las células cancerosas

Por ahora, sólo lo han comprobado en roedores.

Un reciente estudio impulsado por científicos de la Universidad de Washington en St. Louis (WashU) en Estados Unidos y publicado en la revista Nature ha concluido que el consumo de fructosa está relacionado con el crecimiento de tumores en modelos animales de melanoma, cáncer de mama y cáncer de cuello uterino. Ahora bien, no es una relación directa.

La investigación precisa que es por el proceso que sigue la fructosa en el hígado, que la convierte en nutrientes utilizables para las células cancerosas. Señala, además, que este hallazgo podría servir para abrir vías nuevas en lo que a cuidado y tratamiento de distintos tipos de cáncer se refiere.

“La idea de que se puede combatir el cáncer con la dieta es fascinante”, destacan Gary Patti, el profesor Michael y Tana Powell de Química en Artes y Ciencias y profesor de genética y medicina en la Facultad de Medicina, todos en WashU, en unas declaraciones que ha difundido Europa Press. “Cuando pensamos en los tumores, solemos centrarnos en los componentes dietéticos que consumen directamente. Si ingerimos algo, imaginamos que el tumor lo absorbe”, detalla Patti.

El primer autor del estudio, Ronald Fowle-Grider, ha precisado que “los seres humanos somos complejos”. En este sentido, ha indicado que aquello que se ingiere puede ser consumido por el tejido sano, pero que más tarde sea “convertido en otra cosa que los tumores utilizan”.

“Nuestra expectativa inicial era que las células tumorales metabolizaran la fructosa igual que la glucosa, utilizando directamente sus átomos para construir nuevos componentes celulares como el ADN“, ha continuado explicando, antes de concluir que se sorprendieron al comprobar que “la fructosa apenas se metabolizara en los tipos de tumores que analizamos”.

Y el consumo de fructosa, según los investigadores, ha aumentado considerablemente en los últimos 50 años. El motivo se encuentra en el uso generalizado del jarabe de maíz, con un alto contenido de esta sustancia como edulcorante en bebidas y alimentos ultraprocesados, como los snacks.

Un estudio con ratones

La investigación comenzó alimentando con una dieta rica en fructosa a animales con tumores. Fueron midiendo la velocidad a la que crecían estos y pudieron detectar que esa fructosa promovía un aumento de los tumores, pero que no afectaba al peso corporal ni a los niveles de glucosa.

El siguiente paso fue repetir esta prueba, pero esta vez suministrando la fructosa a células cancerosas aisladas en una placa. A diferencia de lo que había ocurrido en la primera fase, las células no respondieron. Así que volvieron a observar a los animales. Mediante la metabolómica, identificaron niveles elevados de una variedad de especies de lípidos, incluidas las lisofosfatidilcolinas (LPC)

“Curiosamente, las células cancerosas no pudieron utilizar fácilmente la fructosa como nutriente porque no expresan la maquinaria bioquímica adecuada. Las células hepáticas sí la expresan. Esto les permite convertir la fructosa en LPC, que pueden secretar para alimentar a los tumores”, ha precisado Patti.

Sus hallazgos, continúa, plantean la posibilidad de que no sólo se limiten a terapias dirigidas a las células enfermas. “En cambio, podemos pensar en dirigirnos al metabolismo de las células sanas para tratar el cáncer. Esto ha funcionado con ratones en nuestro estudio, pero nos gustaría aprovechar nuestras observaciones e intentar mejorar la vida de los pacientes”, ha concluido.

FUENTE: HUFFPOST

recaída cáncer de mama

Llega a España un nuevo tratamiento contra el cáncer de mama que ayuda a combatir la recaída en los estados iniciales

Cada año se realizan unos 35 mil nuevos diagnósticos de cáncer de mama en España. El 93% se encuentra en estadios iniciales, pero aproximadamente una de cada cinco de estas pacientes sufrirá una recaída a lo largo de su vida. La farmacéutica Lilly ha presentado el nuevo fármaco ‘Verzenios’ (abemaciclib), que ya está disponible en España tras ser aprobado por la Agencia Europa del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y que supone un hito para el tratamiento de los tipos de cáncer de mama HR+ y HER2- en estadios iniciales de alto riesgo, ya que reduce el riesgo de recaída en este tipo de cáncer un 33,6 por ciento a los cuatro años con tan solo dos primeros años de tratamiento.

Este fármaco, que se presenta como primer y único inhibidor de ciclinas para el tratamiento adyuvante del cáncer de mama HR+ y HER2-, también puede reducir el riesgo de metástasis en un 34,1 por ciento en el mismo periodo y mejorar la supervivencia libre de enfermedad invasiva, es decir, el tiempo que transcurre desde que una persona inicia el tratamiento y aparece la primera recaída de la enfermedad.

“Es el primer avance en casi 20 años para este grupo de pacientes para disminuir el riesgo de recaídas”, ha remarcado el presidente de Lilly España, Nail Daoudha. Además, ha resaltado que este nuevo fármaco ha tenido, tanto en “su descubrimiento inicial como en su desarrollo clínico, un protagonismo sumamente importante en España” ya que ha contado con la colaboración del grupo I+D de Lilly España en su investigación y desarrollo.

Tipo de tumor más frecuente

El cáncer de mama con receptores hormonales positivos (HR+) y HER2- es el tipo de tumor de mama más frecuente ya que afecta al 70 por ciento de las pacientes. Además, dentro de este grupo, el 15 por ciento tienen alto riesgo de recaer, tal y como ha explicado la oncóloga médica y jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Basurto de Bilbao, la doctora María Purificación García.

Con respecto al tratamiento que reciben las pacientes con estos tipos de cáncer, la doctora García ha explicado que “el tratamiento de la quimioterapia seguido de la hormonoterapia es el tratamiento estándar de las pacientes de alto riesgo con cáncer de mama precoz con receptores hormonales positivos (HR+) o HER2 negativo (HER2-)”. Entre los principales factores de riesgo de recaída en cáncer de mama luminal, la doctora García ha resaltado la edad, la menopausia, el tamaño tumoral ya que, a mayor tamaño tumoral, mayor riesgo de recaída, la presencia de ganglios axilares y la expresión de los receptores de estrógenos y progesterona.

Este nuevo fármaco se presenta como tratamiento adyuvante para estas pacientes y se suministra por vía oral diariamente y tiene una toxicidad muy reducida. El mecanismo de acción se basa en inhibir las ciclinas dependientes de kinasas CDK 4 y 6, moléculas que potencian la división de las células tumorales. Gracias a ello, se fomenta que estas células tumorales sufran un envejecimiento prematuro y mueran.

Escasos efectos adversos

En relación con la adherencia, la doctora García ha resaltado que es importante “que las pacientes tengan facilidad de acceso a las consultas” así como “buscar fármacos y tratamientos menos tóxicos pero igual de eficaces”. En este sentido, otro de los beneficios de este nuevo fármaco es su perfil de seguridad como terapia oral ya que, debido a su baja toxicidad, se puede tomar de forma continua, sin necesidad de descanso, y no interfiere en el funcionamiento de la terapia hormonal.

Asimismo, este nuevo fármaco destaca por sus escasos efectos adversos y la no permanencia de estos, es decir, todos ellos son reversibles, previsibles, manejables y limitados en el tiempo. Según ha destacado el presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) y jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, el doctor Miguel Martín, entre los efectos secundarios que puede producir abemaciclib están la diarrea o la fatiga, entre otros, pero que “todos desaparecen el día que se interrumpe el tratamiento a los dos años y no dejan secuelas”.

Por tanto, el doctor Martín ha afirmado que “el balance riesgo-beneficio de este tratamiento es muy importante” ya que tiene “una toxicidad esencialmente gastrointestinal, que se puede tratar y desaparece al cabo de los meses”. “Es de las novedades más impactantes para el cáncer de mama de las que hemos visto en los últimos años”, ha sentenciado.

Financiado por el sistema nacional de salud

Con respecto a la financiación de este nuevo tratamiento, el presidente de Lilly España ha explicado que “se ha llegado a un acuerdo con el Ministerio de Sanidad” por lo que será una “financiación directa” que “maximice el acceso del fármaco a todos los pacientes”. Además, el presidente ha añadido que “el precio es un buen reflejo del valor del medicamento”.

La financiación de este medicamento por el Sistema Nacional de Salud (SNS), tras la aprobación de la EMA, se basa en los resultados del estudio ‘monarchE’, que ha demostrado que el inhibidor de ciclinas, en combinación con una terapia hormonal, reduce el riesgo de recaída un 33,6 por ciento a los cuatro años con tan solo dos primeros años de tratamiento. Un beneficio que se incrementa con el tiempo de seguimiento a los tres o cuatro años.

Vea aquí la versión original.

tratamiento endocrino

Científicos de Granada demuestran el importante papel de la terapia endocrina en el tratamiento del cáncer de mama

El grupo de investigación de Oncología Traslacional e Integrativa del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA), liderado por Isabel Blancas López-Barajas y Sergio Granados, ha colaborado en la realización de un ensayo clínico internacional que ha demostrado que la terapia endocrina, combinada con un fármaco, utilizado en el cáncer de mama llamado Abemaciclib, supone un tratamiento de mayor seguridad y mejores resultados percibidos por las pacientes en el tratamiento del cáncer de mama de alto riesgo en sus etapas iniciales.

El cáncer de mama de alto riesgo con receptores de estrógenos positivos y Her-2 negativo, puede venir definido por distintos factores como estadios de presentación más avanzados, índices de proliferación celular más altos o altos grados de diferenciación celular.

Este estudio internacional llamado MonarchE en el que participan investigadores del ibs.GRANADA, el Hospital Universitario Clínico San Cecilio y la Universidad de Granada, es un ensayo clínico en fase 3 en el que han participado casi seis mil pacientes de diferentes países. En este estudio se ha realizado un seguimiento de 27 meses comparando pacientes con terapia hormonal con y sin Abemaciclib, con el objetivo de observar los efectos adversos de ambas líneas de tratamiento.

Este estudio internacional llamado MonarchE en el que participan investigadores del ibs.GRANADA, el Hospital Universitario Clínico San Cecilio y la Universidad de Granada, es un ensayo clínico en fase 3 en el que han participado casi seis mil pacientes de diferentes países. En este estudio se ha realizado un seguimiento de 27 meses comparando pacientes con terapia hormonal con y sin Abemaciclib, con el objetivo de observar los efectos adversos de ambas líneas de tratamiento.

Este estudio internacional llamado MonarchE en el que participan investigadores del ibs.GRANADA, el Hospital Universitario Clínico San Cecilio y la Universidad de Granada, es un ensayo clínico en fase 3 en el que han participado casi seis mil pacientes de diferentes países. En este estudio se ha realizado un seguimiento de 27 meses comparando pacientes con terapia hormonal con y sin Abemaciclib, con el objetivo de observar los efectos adversos de ambas líneas de tratamiento.

Este estudio internacional llamado MonarchE en el que participan investigadores del ibs.GRANADA, el Hospital Universitario Clínico San Cecilio y la Universidad de Granada, es un ensayo clínico en fase 3 en el que han participado casi seis mil pacientes de diferentes países. En este estudio se ha realizado un seguimiento de 27 meses comparando pacientes con terapia hormonal con y sin Abemaciclib, con el objetivo de observar los efectos adversos de ambas líneas de tratamiento.

En estudios previos ya se demostró en pacientes con cáncer de mama de alto riesgo con receptores de estrógenos positivos y Her-2 negativo, una mejora clínicamente significativa en la supervivencia libre de enfermedad invasiva con el tratamiento combinado de Abemaciclib con terapia hormonal, pero no se reportaba exhaustivamente la valoración de los tratamientos y de los resultados por cada participante en el estudio.

Además, este análisis ha contribuido a establecer con más precisión la seguridad del uso de Abemaciclib adyuvante a partir de los datos proporcionados por casi seis mil pacientes de ensayo, que recibieron al menos una dosis del tratamiento en estudio. Para ello, se analizó la incidencia de efectos adversos, su manejo clínico y el desenlace de los mismos, así como la calidad de vida percibida por las pacientes, teniendo en cuenta los síntomas experimentados y otras variables como el peso que tuvieron en su vida estos efectos adversos.

Una de las conclusiones más relevantes de este estudio, donde han participado investigadores del ibs.GRANADA, es que en pacientes con cáncer de mama de alto riesgo en su etapa inicial, con receptores de estrógenos positivos y Her-2 negativo, el tratamiento adyuvante combinando abemaciclib y terapia hormonal tiene un perfil de seguridad aceptable y buena tolerancia. Los resultados obtenidos muestran que combinar abemaciclib con la terapia endocrina, a pesar de que puede producir un aumento en la incidencia de efectos adversos, no implica que las pacientes sufran más complicaciones clínicas.

Todo esto, además, está apoyado por los resultados donde se evaluaba la percepción subjetiva del paciente que se manifiesta en todos los grupos de edad. A pesar de que los efectos adversos de este tratamiento, fueron mayores en el grupo que recibió el abemaciclib, se trató generalmente de problemas que solo se detectaron en las analíticas sanguíneas y que carecían de significancia clínica (como la elevación de las transaminasas o la neutropenia), que se pudieron revertir y gestionar utilizando medicación, reduciendo la dosis de abemaciclib o deteniendo temporalmente la administración del tratamiento.

Vea aquí la versión original.

cáncer de mama

Disponible en España Enhertu, un fármaco que retrasa la expansión del cáncer de mama

Este mes de diciembre, la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos (CIPM) aprobó el precio y la financiación del fármaco trastuzumabderuxtecán -T-DXd, registrado por los fabricantes DaiichiSankyo y AstraZeneca bajo el nombre de enhertu para el tratamiento del cáncer de mama mestastásico HER2 positivo.

En España, esto supone que unas 1.200 pacientes podrán beneficiarse de la financiación del fármaco, que en ensayos clínicos ha demostrado el potencial de ralentizar la expansión de este tipo de cáncer de mama especialmente difícil de tratar.

Tres compuestos en uno

El enhertu, según informa el portal Breastcancer.org, se considera una combinación anticuerpo-fármaco para terapia dirigida (tratamientos contra el cáncer que actúan sobre genes y proteínas específicos que intervienen en el crecimiento y la supervivencia de las células cancerosas) que consta de tres compuestos distintos.

El primero es el fam-trastuzumab, un anticuerpo monoclonal contra la proteína HER2; el segundo, el DXd, es un fármaco de quimioterapia que actúa como inhibidor de la topoisomerasa, lo que interfiere en la capacidad de reprodución de las células. Por último, estos dos compuestos están unidos por otro que actúa como enlace entre ellos.

Este enfoque funciona debido a que el cáncer de mama metastásico HER2 positivo produce excesivas proteínas HER2 (de ahí el nombre), que estimula el crecimiento y la multiplicación de las células cancerígenas. Esta característica se da en cerca de un 25% de todos los casos de cáncer de mama.

Atacar las células del cáncer

Por su lado, el inhibidor de la topoisomerasa tipo I no es una terapia dirigida, con lo que puede dañar tanto células sanas como cancerígenas. Aquí es donde entra en juego el DXd, el enlace entre el inhibidor de la topoisomerasa tipo I con el fam-trastuzumab.

Y es que, al unir estos compuestos, debido a que el fam-trastuzumab es una terapia dirigida, se logra que el inhibidor de la topoisomerasa actúe principalmente sobre las células cancerígenas y no sobre las demás.

Para que una paciente pueda optar a este fármaco, el cáncer tiene que considerarse inoperable o metastásico, ser positivo en HER2 y la paciente haber sido tratada previamente con algún tratamiento que se dirija a la proteína HER2.

Vea aquí la versión original.