Investigación pionera para lograr un tratamiento sin quimioterapia para el cáncer de mama metastásico

El Hospital General Universitario de Elche participa en una investigación internacional que ha logrado desarrollar un tratamiento que prescinde de la quimioterapia para el cáncer de mama metastásico HER2 positivo pretratado. El estudio, en el que colaboran 13 hospitales, centros oncológicos e institutos de investigación de España, Canadá y Estados Unidos, ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista científica Lancet Oncology. Este es uno de los avances en los que trabaja el centro hospitalario decano de Elche en torno a la patología mamaria.

Durante cuatro años, el Servicio de Oncología del hospital ilicitano ha trabajado con otros centros en el estudio de un nuevo anticuerpo biespecífico, Zanidatamab, cuya eficacia se ha demostrado especialmente en pacientes que ya habían sido sometidas a múltiples líneas de tratamiento.

Avances en terapias dirigidas

El doctor Álvaro Rodríguez Lescure, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Elche y coautor del artículo, explica que “el esquema del ensayo combina el anticuerpo monoclonal Zanidatamab con hormonoterapia y palbociclib (un inhibidor de ciclinas). Este esquema, sin quimioterapia, presenta una buena tolerabilidad y ofrece a estas pacientes de mal pronóstico una mejora en la supervivencia y en el control de la enfermedad”.

El cáncer de mama metastásico HER2 positivo es un subtipo que se caracteriza por la sobrexpresión de la proteína HER2 en las células tumorales. Esta característica acelera su crecimiento y capacidad de extenderse.

El anticuerpo monoclonal Zanidatamab actúa uniéndose a esta proteína en dos zonas distintas, lo que permite bloquear de forma más efectiva la señal de crecimiento tumoral y destruir un mayor número de células cancerígenas.

Alternativa sin efectos secundarios de la quimio

Además, el tratamiento incluye terapia hormonal, que frena el crecimiento tumoral bloqueando las vías hormonales que emplea el cáncer, y el medicamento palbociclib, que impide la multiplicación de las células tumorales. Esta combinación se ha mostrado efectiva como una alternativa sin quimioterapia, dirigida a pacientes con cáncer de mama metastásico HER2+ y receptores estrogénicos positivos.

“La combinación es bien tolerada por las pacientes y ha mostrado una notable mejora en la supervivencia y en el control de la enfermedad, proporcionando una opción más para las pacientes con cáncer metastásico HER2+ y receptores estrogénicos positivos que habían sido muy pretratadas de sus metástasis”, detalla Lescure.

Estudio con pacientes pretratadas

En el estudio han participado 51 pacientes con cáncer de mama metastásico HER2 positivo, la mayoría de las cuales habían recibido ya hasta cuatro líneas de tratamiento, incluidos otros fármacos dirigidos contra HER2.

A diferencia de los tratamientos convencionales, el régimen con Zanidatamab no requiere quimioterapia, lo que representa una importante ventaja: evita efectos secundarios como la caída del cabello, vómitos, neurotoxicidad o fatiga extrema, típicos de la quimio.

“Este avance es un ejemplo claro de cómo la investigación y la colaboración internacional pueden generar nuevos tratamientos que mejoren la vida de las pacientes. Estos resultados también subrayan el potencial de los regímenes de tratamiento sin quimioterapia con terapias dirigidas a la biología del tumor, que podrían convertirse en una opción viable, más efectiva y más tolerable para pacientes que han agotado otras alternativas”, afirma Lescure.

Finalmente, el jefe del Servicio de Oncología destaca el papel del centro ilicitano: “La participación del Hospital General de Elche en estudios clínicos internacionales como este refleja nuestro compromiso con la innovación en el tratamiento del cáncer. No sólo buscamos tratamientos efectivos, sino también mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes durante el proceso terapéutico”.

Fuente: Información

embarazo cáncer de mama

Un estudio determina que parar la terapia endocrina para quedarse embarazada no eleva las recaídas en cáncer de mama

En mujeres con cáncer de mama hormonosensible que desean ser madres, pausar la terapia endocrina para intentar quedarse embarazadas durante un tiempo máximo de dos años no incrementa el riesgo de recaídas a corto plazo. Así lo avalan los resultados del ensayo clínico Positive, publicado en The New England Journal of Medicine, y coordinado en España por el Grupo Solti, de investigación clínica en cáncer, y por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam).

Tras tres años y medio de seguimiento, los resultados, que ya que se avanzaron en el último congreso internacional San Antonio Breast Cancer Symposium 2022 (SABCS), muestran un riesgo de recaída en estas pacientes del 8,9%, frente a un 9,2% en pacientes que no pausaron la terapia en busca de un embarazo.

Positive es el primer estudio prospectivo diseñado para dar respuesta a mujeres que se diagnostican de cáncer de mama en edad temprana y sin haber completado su deseo de ser madres. Se estima que entre el 40% y el 60% de las pacientes a las que se diagnostica un cáncer de mama a los 40 años o antes están preocupadas por su futura fertilidad.

CÁNCER DE MAMA CADA VEZ MÁS FRECUENTE EN MUJERES JÓVENES

“Sabemos que el cáncer de mama es cada vez más frecuente en mujeres jóvenes y, por tanto, coincide con el deseo de ser madre de muchas de ellas. Por esta razón, fertilidad y embarazo resultan preocupaciones importantes tanto para las pacientes oncológicas como para los investigadores”, comprende Manuel Ruiz Borrego, co-coordinador del estudio Positive en España, miembro de la Junta Directiva de Geicam y jefe de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Este nuevo estudio “abre la posibilidad de un embarazo seguro para aquellas pacientes con cáncer de mama que lo deseen, una vez que han realizado al menos 18 meses de terapia endocrina adyuvante”, señala Cristina Saura, coordinadora del estudio en España, miembro de la junta directiva de Solti y jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Vall d’Hebron y VHIO.

Hasta ahora la recomendación era empezar a buscar el embarazo pasados un mínimo de 5 años tras haber superado el cáncer de mama, y siempre que no hubiera habido recaídas. Según la experta, los resultados de Positive “pueden cambiar las guías clínicas actuales”, pero advierte de que “el seguimiento a largo plazo de estas pacientes será fundamental para corroborar estos datos”.

El presidente de Geicam, Miguel Martín, que es además jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón, advierte de que “este estudio da tranquilidad a los médicos y pacientes que ya anteriormente se decidían a una interrupción de la terapia endocrina, después de al menos dos años, para permitir un embarazo”.

“Ya se sabía que el embarazo no empeoraba el pronóstico de las mujeres con cáncer de mama. También muchos oncólogos debatíamos con las pacientes la posibilidad de interrumpir transitoriamente el tratamiento endocrino para permitir un embarazo muy deseado y lo hacíamos, pero ahora hay evidencia prospectiva que apoya esa opción”, sostiene el oncólogo.

ASÍ HA SIDO LA PARTICIPACIÓN ESPAÑOLA EN EL ESTUDIO

Para examinar el impacto de la pausa de la terapia endocrina con el objetivo de buscar un embarazo, el estudio Positive incluyó a 518 mujeres de 42 años o menos, procedentes de veinte países, con cáncer de mama de receptores hormonales (RH) positivos que deseaban quedarse embarazadas.

De estas, 72 pacientes procedían de 18 hospitales españoles y fueron reclutadas a través de los grupos de investigación Solti y Geicam.Antes de pausar su tratamiento, las pacientes habían completado entre 18 y 30 meses de terapia endocrina adyuvante. Además, se instó a las participantes en el ensayo que reanudaran el tratamiento endocrino tras un intento de embarazo o un paréntesis de su tratamiento hormonal de dos años para intentarlo.

Los datos actuales surgen tras un seguimiento de 3 años y medio. No obstante, los investigadores continuaran el seguimiento de las participantes en el estudio durante 10 años.

Curiosamente los resultados muestran tasas de concepción y parto que están a la par o son superiores a las de la población en general; de 497 mujeres a las que se hizo seguimiento para ver si se habían quedado embarazadas, 317 dieron a luz al menos a un hijo y nacieron un total de 365 niños, debido a embarazos múltiples o consecutivos.

CÁNCER DE MAMA Y EMBARAZO

Positive se inscribe en una línea de investigación que busca dar respuesta a las cuestiones sobre salud reproductiva de las pacientes con cáncer de mama. Se investiga además si existe una relación de causalidad entre el embarazo y la aparición de un cáncer de mama.

Así, el estudio Embarazo y Cáncer de mama (Embarcam), liderado por Geicam, permitirá tener una foto del llamado cáncer de mama gestacional, diagnosticado durante el embarazo o el año siguiente, con el objetivo de prever esta situación y diseñar estrategias encaminadas a lograr embarazos seguros.

En esta línea se quiere determinar la utilidad de la leche materna para la detección precoz del cáncer de mama. “Con el estudio de casos concretos hemos concluido que la leche materna serviría para detectar mutaciones cancerosas de forma más precoz que a través de la sangre, por ser la concentración de ADN mucho más elevada en la leche materna”, afirma Saura.

“Para confirmar estos datos, prevemos poner en marcha MMaterna, un estudio internacional cuyo objetivo será analizar el caso de las mujeres que se embarazan siendo mayores de 40 años o siendo portadoras sanas de una mutación genética que aumente su riesgo de padecer cáncer de mama para ver si somos capaces de diagnosticar el cáncer de mama de manera más precoz en el postparto a través de la lecha materna que mediante las muestras de sangre o estudios radiológicos convencionales”, resalta.