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cáncer de mama metastásico

Descubren cómo desactivar la ‘bomba de relojería’ del cáncer de mama metastásico

A pesar de que un cáncer de mama se haya curado, algunas de sus células que se han propagado a los pulmones pueden «despertar« después de años de sueño, formando tumores secundarios en su gran mayoría incurables. Ahora, un grupo de investigadores han desvelado por qué.

La investigación, que se publica en «Nature Cancer», revela el mecanismo que desencadena esta ‘bomba de relojería’ del cáncer de mama y, además, sugiere una estrategia para desactivarla.

«Este emocionante descubrimiento nos acerca un paso más a la comprensión de cómo podemos ralentizar o detener el desarrollo del cáncer de mama secundario ER+ en el pulmón. Tiene el potencial de beneficiar a miles de mujeres que viven con esta ‘bomba de relojería‘ en el futuro, asegurando que menos pacientes reciban las devastadoras noticias que la enfermedad se ha propagado», subraya Simon Vincent, director de investigación de Breast Cancer Now.

gemelas digitales cáncer de mama

Las ‘gemelas digitales’ de mujeres con cáncer permitirán hacer una asignación “mucho más exacta” de los tratamientos

El cáncer de mama es el más común en las mujeres en España, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que calcula que en 2022 se diagnosticó a 34.750 mujeres, casi 1.400 más que en 2021. Cuando se trata de tumores, “no hay dos pacientes iguales”, dice Miguel Ángel Quintela, jefe de la Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Mama del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). El investigador es uno de los líderes de un proyecto para desarrollar gemelas digitales de pacientes con estas patologías en fase avanzada (con metástasis) para averiguar qué trayectoria seguirá cada persona una vez diagnosticada y qué terapia es la más adecuada para cada caso.

La diferencia entre las pacientes no se debe solo a que cada tumor es único; también hay que tener en cuenta las circunstancias y particularidades de cada persona, que pueden afectar al tratamiento, explica Quintela. También influyen factores como los hábitos de vida y la alimentación, que pueden afectar al ritmo de crecimiento del tumor y hacer el sistema inmune “más activo o más perezoso”, incluso las emociones, amplía el científico.

Para el experto, este proyecto supone un nuevo paso en la medicina de precisión porque hasta ahora no se había recabado toda esa información para investigar la enfermedad. “Hemos visto que con la genómica solo somos capaces de explicar un porcentaje de esta variabilidad”, afirma, y asegura que únicamente con las muestras de sangre y la historia clínica no se captura “el universo del paciente”, que es uno de los objetivos de esta investigación.

El primer paso de este nuevo proyecto ha consistido en un ensayo con nueve mujeres que se ha realizado en el Hospital de Fuenlabrada durante un año, según detalla el investigador. Ahora, la idea es aplicar el estudio reclutando en los próximos meses a 300 mujeres con cáncer de mama en estado avanzado. Desde el primer día, y en los próximos tres años, las mujeres llevarán pulseras que registrarán el pulso y el oxígeno en sangre las 24 horas, las horas de sueño y su calidad, y la actividad física que realicen. También instalarán en sus teléfonos móviles una aplicación que, además de capturar todos estos datos, utilizará el GPS para saber cómo y cuánto se mueven fuera de casa, y enviará una encuesta mensual a cada paciente sobre su calidad de vida, el estado de ánimo o el tipo de dieta que está siguiendo.

“Si tenemos objetivados estos datos en escalas, podremos ver realmente qué papel tiene cada uno de estos factores en que una paciente responda o no”, razona Sònia Pernas, responsable de la Unidad de Cáncer de Mama del Instituto Catalán de Oncología (ICO), que colabora en la investigación. Además, esta herramienta permite que las mujeres registren todas las veces que quieran la emoción que sienten en cada momento y monitoriza parte de sus movimientos en redes sociales.

Quintela sostiene que capturar la actividad de la paciente en su tiempo libre puede permitirles saber cómo es y cómo está para poder anticipar la trayectoria que seguirá. “Son esferas a las que nunca habíamos accedido como médicos, y sabemos que importa, pero no era factible monitorizarlas”, expone.

Los equipos implicados en el proyecto aspiran a que cada paciente reciba su alternativa terapéutica. Una vez que dispongan de toda la información, los expertos desarrollarán, a través de la inteligencia artificial, esas copias digitales de las pacientes, tantas como sean necesarias, y en cada una cambiarán una variable para poder analizar cuál ofrece los mejores resultados. El investigador del CNIO afirma que este proyecto puede mejorar de una manera “auténticamente personalizada” la trayectoria de enfermedad: “Vamos a poder hacer una asignación personalizada mucho más exacta, más real que lo que hacemos ahora”.

Sònia Pernas, del ICO, argumenta que el estudio se realiza en mujeres con estas dolencias en una fase avanzada porque de esta forma se obtienen los resultados más rápido, aunque la oncóloga no descarta que en un futuro se pueda aplicar también a personas con otros tipos de tumores menos frecuentes. Disponen de tres años para desarrollar la investigación y “en tumores tempranos, [los resultados] tardarían años o décadas y no es realista hacerlo, al menos de momento”, amplía Quintela.

Los tumores avanzados son la asignatura pendiente de la investigación, cuenta Ruth Rodríguez, investigadora Ramón y Cajal en la Universidad de Barcelona, que no está involucrada en el proyecto liderado por el CNIO. “Todavía los tenemos que entender, para poder atacarlos específicamente”, asegura. La científica, que también trabaja en el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, considera que, si este proyecto funciona, puede suponer “un cambio muy importante en el conocimiento que tenemos de la enfermedad y en cómo tratamos a las afectadas”.

En el proyecto, además del CNIO, también trabajan dos universidades y nueve hospitales españoles. El reclutamiento de voluntarias ya ha empezado en el Hospital de Fuenlabrada y en el Hospital de La Princesa, ambos de la Comunidad de Madrid. En los ocho restantes comenzará de forma sucesiva en las próximas semanas, cuenta Quintela, que calcula que en marzo estarán todos funcionando a pleno rendimiento. Por ahora, los resultados del proyecto piloto han sido muy positivos: “Las muestras están en buen estado y las pacientes han sido muy colaborativas”, concluye.

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ejercicio físico cáncer de mama

Programa ReCO en cáncer de mama: ejercicio físico y socialización, más allá del tratamiento curativo

El programa multidisciplinar de rehabilitación cardio-oncológica del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, pionero en España, incorpora el ejercicio físico a la práctica clínica diaria del cuidado de pacientes con cáncer de mama. Los resultados ya se han contrastado.

A María Jesús la vida se le puso al revés cuando le diagnosticaron cáncer de mama. “Yo vivía en una película; me sacaron y me pusieron en otra. Dejé de ser yo”, afirma.

Lo “traumático” del diagnóstico, la baja laboral, la pérdida de ingresos, el aumento de gastos, el regreso a casa de sus padres… A sus 47 años, todo a su alrededor se desmoronó. “A mí se me paró todo”.

Lo cuenta sobre una bicicleta estática reclinada en una sala de rehabilitación del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela (CHUS). A su lado, Marta, Adriana, Sabina, Inés y Miriam hacen ejercicio sobre cintas de correr, bicicletas y otro tipo de máquinas de cardio. Todas con el mismo diagnóstico, en pleno tratamiento de quimioterapia y con una complicidad que ayuda a que ese “se me paró todo” de María Jesús se pronuncie en pasado.

Todo ha vuelto a ponerse en movimiento desde que entró en el programa ‘ReCO’ de rehabilitación cardio-oncológica del CHUS, el primero con estas características que se pone en marcha en un hospital público en España.

Dos tardes a la semana, acuden a esta sala de rehabilitación y Juan Manuel Henríquez Jurado, Juanma, fisioterapeuta del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela, dirige durante una hora un programa de ejercicio físico supervisado e individualizado, cuyos resultados se dejan ver ya desde la primera sesión. Entrenan movilidad, equilibrio, fuerza y capacidad cardiorrespiratoria; mejoran la condición fisica y la supervivencia; atenúan los efectos secundarios del tratamiento y, en general, hace que se sientan mejor a nivel global.

María Jesús lleva un mes. Ha vuelto a hacer ejercicio después de la extracción quirúrgica de los ganglios linfáticos axilares. Ha logrado recuperar la movilidad del brazo, se está empezando a poner en forma y la reconstituye. “Cuesta venir un poco, pero, una vez que lo haces, te sientes de maravilla; sales como nueva”. Y no solo a nivel físico. “Socializas y ves que la gente tiene una vida normal y que no se para todo”. Gracias al grupo, se ha dado cuenta de que la vida se le había detenido por las “limitaciones mentales” que se había autoimpuesto. Le está “ayudando a intentar hacer vida lo más normal posible”.

Durante una hora cada lunes y miércoles, se olvidan del exterior, bromean, se ríen, se consuelan y reciben un chute de energía que les sirve de terapia física y emocional. Y confirman por qué la atención integral y multidisciplinar en el tratamiento del cáncer es una reivindicación recurrente de la Asociación Española contra el Cáncer.

Bibiana Villamayor Blanco, médico adjunto del Servicio de Rehabilitación del CHUS desde 2008 y miembro de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca de este hospital desde su inicio en 2015, destaca que el programa multidisciplinar es fruto de la colaboración de tres servicios: oncología, cardiología y rehabilitación. Todos son imprescindibles para que el engranaje funcione y asegura que es posible gracias a que “se junta mucha gente con muchas ganas”. La implicación de todo el equipo es absoluta.

En 2018 fue cuando comenzó todo. Lo hizo como un proyecto de investigación clínica y, analizados los resultados, se decidió poner en marcha un programa piloto en septiembre de 2021. En noviembre, recibió un premio de la Axencia Galega de Coñecemento en Saúde (ACIS) y en menos de año y medio ha atendido a 150 pacientes con cáncer de mama.La más joven tenía 28 años; la mayor, 71; y la doctora Villamayor asegura que “en todas ellas se objetiva una mejoría en su calidad física y en su calidad de vida”.

ITINERARIO

Participan en el programa todas las pacientes del área sanitaria de Santiago a las que su oncólogo recomienda ciertos tratamientos quimioterápicos que producen cardiotoxicidad. Automáticamente, el servicio de oncología deriva a la pacientes a cardiología y, de ahí, a rehabilitación. Y en cuanto empieza con el tratamiento, se pone ya en manos de Juanma, que incorpora la evidencia científica de los beneficios del ejercicio físico a la práctica clínica diaria del cuidado del paciente con cáncer.

Confirma todas sus ventajas. “Aumentamos la calidad de vida por una mejora de la capacidad funcional; que sean capaces de enfrentarse a la vida diaria de una mejor manera. Reducimos la fatiga asociada al tratamiento cardio-oncológico. Luchamos contra el avance tumoral. Y quizás lo más importante se produce a nivel psicológico, le damos un soporte social”.

Es un reto asistencial de primera magnitud que realizan en grupos de seis a ocho personas, tres grupos distintos cada tarde, y que ya ha demostrado que minimiza los efectos secundarios de la quimioterapia, mejora la capacidad funcional de los pacientes y evita el deterioro de la función cardíaca.

“Están con un grupo de personas en su misma situación y eso aporta mucho más de lo que esperábamos en el estado de ánimo”, explica la doctora Villamayor. No solo “consigue que la quimio tenga menos complicaciones”, sino que supone un tratamiento integral y, para esta especialista rehabilitadora, “es clave que no tenga que ser solo un tratamiento curativo”, sino abarcar disciplinas como el apoyo psicológico y nutricional.

A Marta ya solo le quedan dos sesiones y estos tres meses han sido “una renovación”. Cuando llegó, llevaba tiempo sin hacer deporte y acababa de empezar la quimioterapia, así que las sesiones la dejaban “agotada”, pero siempre con ganas de volver. “Lo que aporta es el grupo social. Estar aquí compartiendo todas”, cuenta esta mujer de 47 años. “Ves que lo que te pasa a ti no es una cosa nueva; que estamos todas más o menos igual. Bromeamos, nos reímos…”.

Y se entienden las unas a las otras, “porque tu familia no sabe muy bien lo que te pasa o cómo te encuentras, pero vienes aquí y estamos del mismo palo”. Se siente muy apoyada y le ha servido para enterarse de que “es normal que te duela el estómago, que te salgan marcas en los dedos o granos en la cara” y muchos otros detalles que “solo sabe otra persona que pasó por eso”. Y cuando llegan de bajón, se entienden las unas a las otras.

Un mes lleva Miriam y ya ha podido confirmar esta ayuda mutua. “Más o menos todas estamos en la misma situación y esto es lo que más te anima a venir”. Añade que también es “un incentivo” para “ese día que te encuentras medio mal” y el compromiso de participar en el programa “te ayuda a levantarte” y a “ver que no estás sola en esto”.

Así, “aunque en tu casa, tu gente te apoye, es una forma de encontrarte con tus mismos síntomas, tus mismas inquietudes, dudas…” A diferencia de María Jesús, a ella la vida no se le paró con el diagnóstico. Le dio un susto, pero “me ha cambiado para mejor, me ha hecho parar”, dice. Con un niño de dos años, al que apenas veía, y una vida “muy estresante en la que no tenía un minuto casi para ir al aseo”, ahora se ha detenido y se ha dicho a sí misma: “Lo primero soy yo”.

Ahora se nota “más fuerte, con más ganas de vivir, de hacer más cosas”, aunque hay días que la el tratamiento para la enfermedad no se lo permite. Y reconoce que “para mí fue un cambio positivo; parece mentira lo que te estoy diciendo, pero es cierto”.

El programa incorpora actividades complementarias. Sesiones de “píldoras educativas” en las que especialistas en psicología clínica, nutrición, fisioterapia, cardiología, oncología o rehabilitación les dan formación con una vocación práctica. Un grupo de psicoterapia con un especialista en psicología clínica. Y, una vez que termina la rehabilitación, un grupo de marcha nórdica.

Pilar es una paciente de 63 años que se encuentra en esta fase de marcha nórdica. Tras terminar en octubre el programa de rehabilitación, comenzó con estas sesiones. Lo mejor para ella: “Que comentamos los problemas unas con otras; eso parece que no, pero siempre es un apoyo”.

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Avanzan las opciones para el tratamiento del cáncer de mama sensible a las hormonas

Avanzan las opciones para el tratamiento del cáncer de mama sensible a las hormonas

El 45º Simposio de cáncer de mama que se está celebrando estos días en San Antonio (EEUU) trae novedades interesantes sobre el avance de la investigación.

Uno de los trabajos, liderado desde el Instituto de Oncología del Vall d’Hebron de Barcelona (VHIO), muestra buenos resultados en un ensayo en fase II con camizestrant (desarrollado por AstraZeneca) en pacientes posmenopáusica con cáncer de mama con receptor de estrógeno (ER) positivo y HER2 negativo cuyos tumores estén en un estado avanzando con recurrencia o progresión de la enfermedad.

Según sus datos, presentados en el simposio y aún no publicados en una revista científica, el fármaco mejora en estas pacientes la supervivencia libre de progresión de la enfermedad en comparación con la terapia estándar con fulvestrant, un antagonista de los receptores de estrógeno.

“Actualmente, estas pacientes se tratan con tratamientos hormonales que inhiben el receptor de estrógenos, que es como el motor de este tipo de cáncer de mama”, explica Mafalda Oliveira, investigadora del grupo de cáncer de mama del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), oncóloga médica del Hospital Universitari Vall d’Hebron y líder de la investigación.

“En muchos casos, la enfermedad se vuelve resistente a estos tratamientos, por lo que está en marcha una gran actividad de investigación para encontrar nuevos fármacos endocrinos contra el receptor de estrógenos que sean más efectivos y más cómodos de administrar, que tengan menos efectos secundarios y proporcionen una mejor calidad de vida a las pacientes”.

El ensayo SERENA-2, continúa, “es el primero que demuestra que distintas dosis de un fármaco oral de nueva generación contra el cáncer de mama, camizestrant, es superior al estándar en este momento de tratamiento (fulvestrant) en pacientes con cáncer de mama receptor hormonal positivo, HER2 negativo que han desarrollado ya metástasis”, subraya.

La dosis de 75 mg reduce en un 42% el riesgo de progresión o de muerte en estas pacientes (un 33% en el caso de la dosis de 150 mg) y la mediana de supervivencia libre de progresión fue de 7.2 meses, en comparación con los 3,7 del grupo con la terapia estándar, muestran los datos presentados en EEUU, que ha destacado el trabajo como uno de los más relevantes del encuentro.

Entre las mujeres que presentaban una mutación ESR1, la que generalmente confiere la citada resistencia a los tratamientos endocrinos, camizestrant mostró una reducción del 67% en el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte con una dosis de 75 mg y una reducción del 45 % con 150 mg en comparación con los que recibieron fulvestrant.

Camizestrant también demostró un mejor control de la enfermedad en pacientes con metástasis pulmonares o hepáticas. “Los resultados de este estudio respaldan la continuación del desarrollo de camizestrant en el cáncer de mama con receptores hormonales positivos”, señala Oliveira, quien aclara que actualmente se están llevando a cabo dos ensayos clínicos de fase III con camizestrant. Uno de ellos evalúa su eficacia frente a un inhibidor de la aromatasa como terapia de primera línea y el otro estudia el uso del tratamiento de manera anticipada, cuando se detectan mutaciones en ESR1.

EMBARAZO Y CÁNCER DE MAMA

Otro estudio español presentado en el simposio, coordinado por el Grupo de Investigación en Cáncer de Mama de España (GEICAM) y el grupo de investigación SOLTI, arroja también buenas noticias para las mujeres con cáncer de mama receptor hormonal positivo que quieren quedarse embarazadas.

Según sus datos, las pacientes con este tipo de tumores que interrumpen temporalmente la terapia para intentar quedarse embarazadas presentan tasas de recaída de cáncer de mama a corto plazo similares a las de las mujeres que no ponen en pausa su tratamiento.

La mayoría de las pacientes incluidas en el estudio que se presenta ahora en EEUU llegaron a concebir y dar a luz a bebés sanos.

“El estudio POSITIVE se diseñó para dar respuesta a la preocupación de las mujeres que se diagnostican de cáncer de mama en edad temprana, sin haber completado su deseo de ser madres y que reciben la recomendación de realizar un tratamiento hormonal de al menos 5 años. Los primeros resultados de este estudio pionero demuestran que el embarazo sería seguro para aquellas mujeres cuyo tumor expresa receptores hormonales positivos -que es el que más puede preocupar por el aumento de estrógenos durante el embarazo- ya que tras un seguimiento medio de 41 meses, la tasa de recaídas en estas pacientes que pausaron el tratamiento para quedarse embarazadas dentro del estudio fue del 8,9%, frente a un 9,2% en pacientes de condición equivalente en cuanto a edad y tratamiento que no lo hicieron. El seguimiento a largo plazo será fundamental para corroborar estos datos”, ha señalado, en un comunicado, Cristina Saura, coordinadora del estudio POSITIVE en España, miembro de la junta directiva de SOLTI y jefa de la unidad de cáncer de mama del Hospital Vall d’Hebron y VHIO.

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El CSIC descubre una nueva diana terapéutica para el cáncer de mama

El CSIC descubre una nueva diana terapéutica para el cáncer de mama

T-DM1 es un anticuerpo modificado que se usa para tratar tumores HER2 positivos

Un estudio dirigido por un investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado la eficacia ‘in vitro’ e ‘in vivo’ de un tratamiento destinado a un tipo de cáncer de mama, conocido como HER2 positivo, resistente al fármaco T-DM1.

El trabajo, publicado en la revista ‘Cancer Letters’, ha identificado una nueva diana sobre la cual se puede actuar mediante un anticuerpo dirigido frente a dicha diana. T-DM1 es un anticuerpo modificado que se usa para tratar tumores HER2 positivos.

A pesar de su eficacia, en estadios avanzados de la enfermedad, ese fármaco puede dejar de funcionar. “Hemos empezado a estudiar otras posibilidades de tratar tumores de mama del tipo HER2 positivo cuando las células tumorales se resisten a T-DM1″, ha explicado el investigador del CSIC en el Centro de Investigación del Cáncer, Atanasio Pandiella.

Importancia de alternativas de tratamiento

Como el fármaco T-DM1 no puede ser efectivo cuando hay pérdida de HER2 en determinadas células tumorales, si no se actúa sobre ellas, el cáncer de mama sigue progresando. Por tanto, se requiere hallar otras alternativas de tratamiento para estos casos de resistencia.

El equipo de Pandiella ha seleccionado una proteína de la superficie celular llamada EGFR, la cual se encuentra presente en la membrana de las células resistentes. “Como el EGFR está en estas células, hemos desarrollado en nuestro laboratorio un anticuerpo modificado del tipo ADC (anticuerpo conjugado a fármaco) contra EGFR y analizado su efecto. Y efectivamente hemos constatado que el ADC frente a EGFR presentaba acción antitumoral”, ha expuesto el investigador.

El anticuerpo desnudo empleado para desarrollar este nuevo fármaco es comercial, sin embargo, el laboratorio ha elaborado el ADC añadiendo un fármaco citotóxico a dicho anticuerpo. “Nosotros en el laboratorio estudiamos por qué determinadas células pueden desarrollar resistencias a un tratamiento y buscamos nuevas estrategias para abordar dicha resistencia. A partir de aquí deben ser clínicos o industria farmacéutica los que prosigan con ensayos clínicos”, ha apuntado Pandiella.

Sofisticación de los anticuerpos antitumorales

Los ADC representan una sofisticación de los anticuerpos antitumorales. Para que un ADC funcione, es necesario que la célula tumoral contenga la proteína reconocida por el fármaco. Los anticuerpos conjugados a fármacos mantienen la actividad antitumoral del anticuerpo, pero además se les incluye un fármaco muy tóxico para la célula tumoral.

De esta manera, se libera el fármaco solo en las células tumorales y no afecta a las células sanas, así se reduce la toxicidad del tratamiento y aumenta su eficacia. En la actualidad existen tratamientos de cáncer de mama HER2 positivo basados en ADC, que atacan con más fuerza a la célula tumoral con HER2.

De hecho, el T-DM1, en 2013, fue aprobado por las agencias estadounidenses (FDA, el 22 de febrero) y europea (EMA, el 15 de noviembre) el fármaco T-DM1 como agente único, para el tratamiento de pacientes adultos con cáncer de mama HER2 positivo avanzado que han recibido previamente Trastuzumab y un Taxano, por separado o combinados.

Este fármaco se prescribe cuando la persona ha desarrollado una resistencia a los tratamientos convencionales de cáncer de mama. Si un fármaco deja de ser efectivo como primera alternativa para el tratamiento de cáncer, se pasa a los fármacos de segunda línea.

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Un procedimiento español vaticina la eficacia de la quimioterapia más usados contra el cáncer de mama

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han identificado una vía para saber si el fármaco paclitaxel será o no recomendable para el paciente oncológico; aunque todavía trabajo no es aplicable inmediatamente, ya se necesitan más estudios epidemiológicos y clínicos

La oncología de precisión consiste en saber con antelación qué fármaco va a funcionar en un paciente de cáncer concreto, para poder darle a cada enfermo el más eficaz en su caso. Por el momento estas terapias dirigidas solo están disponibles para el 5% de los cánceres.

Un estudio realizado por los investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) Miguel A. Quintela-Fandino y Silvana Mouron, junto a unidades oncológicas de varios hospitales españoles, ha descubierto una vía para identificar si uno de los fármacos más utilizados en la quimioterapia convencional de diversos tipos de cáncer, el paclitaxel, va ser eficaz en cada paciente. El trabajo ha sido publicado por la revista científica Nature Communications.

La llamada terapia dirigida se ha basado, sobre todo, en el análisis de las mutaciones genéticas de cada cáncer. Pero los esfuerzos de investigación en todo el mundo han desvelado un paisaje genómico único para cada paciente. La investigación de Quintela y Mouron se centra en el cáncer de mama HER2 negativo, que representa el 85% de los diagnósticos de cáncer de mama y se debe, en la mayoría de los casos, a varias mutaciones oncogénicas.

Cuantos más genes haya implicados en la enfermedad, más difícil es saber cómo va a reaccionar un tumor ante una terapia concreta. El trabajo de los investigadores del CNIO es innovador porque no se hace un análisis genómico (de los genes) sino proteómico (de las proteínas). Esto se debe a que en investigaciones previas este mismo equipo había demostrado que, incluso cuando hay una gran cantidad de mutaciones oncogénicas, solo aparece un pequeño número de alteraciones en las proteínas.

La clave en dos proteínas: CDK4 y filamina

Es decir, en la mayoría de los cánceres no se encuentran marcadores genéticos comunes en enfermos que no responden a un determinado fármaco, pero sí marcadores comunes proteómicos (relacionados con las proteínas). Las proteínas son las moléculas que realizan la mayor parte de las funciones de las células; los genes (en la molécula de ADN) contienen la información para producir todas las proteínas que necesita el organismo.

La investigación ahora publicada por el grupo del CNIO ha analizado muestras de cáncer de mama HER2 negativo de 130 enfermas tratadas con paclitaxel, uno de los fármacos más utilizados contra cáncer de mama, ovario, pulmón, vejiga, próstata, melanoma, esófago y otros.

El trabajo buscó similitudes en la expresión de las proteínas en las muestras de las pacientes que sí respondieron al paclitaxel. Se hallaron dos proteínas relacionadas específicamente con la respuesta al paclitaxel: la CDK4 y la filamina.

Primeros factores predictivos

Los investigadores demostraron que esa asociación aparece cuando se usa el paclitaxel, pero no cuando los fármacos utilizados son otros.

“Encontramos que las enfermas con altos niveles de CDK4 y filamina tienen una tasa de respuesta positiva en el 90% de los casos”, resume Quintela-Fandino, investigador principal y jefe de la Unidad Clínica de Cáncer de Mama del CNIO.

“El estudio identifica los primeros factores predictivos específicos para un tratamiento de quimioterapia convencional, para la que hasta ahora no existen marcadores predictivos o solo los hay de manera indirecta o imperfecta. Hallamos que los dos marcadores, la CDK4 y la filmanina A, están asociados a la actividad del paclitaxel de manera muy precisa”, añade este investigador del CNIO.

El trabajo no es aplicable inmediatamente a la clínica. “Para que lo que hemos descubierto se incorpore al arsenal terapéutico oncológico, además de la producción industrial del biomarcador habría que hacer estudios epidemiológicos y clínicos previos que demostraran su utilidad, y que mejora lo que hay ahora disponible”, concluye el científico.

 

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vacuna cáncer de mama

Vacuna experimental contra el cáncer de mama demuestra seguridad en primera fase de ensayos clínicos

El cáncer de mama es el cáncer que se diagnostica con mayor frecuencia en los Estados Unidos y, a nivel mundial, es el cáncer más frecuente en mujeres.

Según la Organización Mundial de la Salud en 2020 se diagnosticó con cáncer de mama a 2,3 millones de mujeres, y había más de 7,8 millones de mujeres vivas a las que ya se les había diagnosticado cáncer de mama en los 5 años anteriores.

Ser mujer es el principal factor de riesgo para contraer cáncer de mama, pero alrededor del 1% de los cánceres de mama se dan en hombres. El tratamiento del cáncer de mama sigue los mismos principios para ambos sexos.

En declaraciones a Medical News Today, la Dra. Kotryna Temcinaite, directora de comunicaciones de investigación de Breast Cancer Now, explicó que “el cáncer de mama no es una enfermedad única, lo que lo hace más difícil de tratar. Hay muchos tipos de cáncer de mama y los tratamientos que funcionan bien para algunas personas pueden no funcionar tan bien para otras. Por eso necesitamos seguir investigando la enfermedad y desarrollar tratamientos más inteligentes”.

Ahora, una nueva investigación dirigida por la Dra. Mary (Nora) L. Disis, del Instituto de Vacunas contra el Cáncer de Medicina de la Universidad de Washington, sobre una vacuna experimental contra el cáncer de mama ha demostrado que genera una fuerte respuesta inmunitaria frente a ERBB2 -antes denominada HER2-, una proteína tumoral clave.

Ensayo de seguridad de fase 1

El estudio completado fue un ensayo clínico de fase 1, donde se realizó un seguimiento a 66 personas de entre 34 y 77 años que padecían cáncer de mama ERBB2-positivo en estado avanzado. Los investigadores analizaron los datos dos veces: de enero de 2012 a marzo de 2013 y de julio de 2021 a agosto de 2022.

Los participantes fueron vacunados con dosis de 10ug, 100ug o 500ug de la vacuna de ADN plasmídico Trusted Source cada mes durante tres meses. Los investigadores midieron la inmunidad en sangre y la toxicidad de la vacuna en momentos determinados y evaluaron la persistencia del ADN de la vacuna mediante muestras de biopsia tomadas en el lugar de la vacuna a las 16 y 36 semanas.

Los investigadores observaron que los efectos secundarios más comunes asociados a la inyección eran síntomas similares a los de la gripe en un 33% y fatiga en un 36%.

Los participantes que recibieron las dosis más altas de vacuna de 100ug y 500ug demostraron una respuesta inmunitaria más fuerte que los que recibieron la dosis de 10ug, pero no hubo diferencias significativas entre las respuestas inmunitarias a las dosis de 100ug y 500ug.

El equipo de investigación también descubrió que la persistencia del ADN en el lugar de la inyección era mayor con la dosis de vacuna más alta y que esta persistencia del ADN se asociaba con una disminución más rápida de la inmunidad.

Tratar el cáncer con una vacuna

La autora principal del estudio, la Dra. Disis, explicó que el problema de los tratamientos actuales contra el cáncer de mama es “la recurrencia de la enfermedad tras un tratamiento óptimo”. Dijo que la enfermedad reaparecerá, debido a que una pequeña cantidad de cáncer permanecía sin detectar.

“Las vacunas estimulan las células T, que pueden programarse para dar caza a estas últimas células que quedan en el organismo y eliminarlas. Estimular una inmunidad eficaz es la única forma que conozco de esterilizar el organismo de todas las células cancerosas de mama.” explicó la Dra. Mary L. Disis

“Lo ideal sería poder prevenir todos los cánceres antes de que sea necesario un tratamiento. Ya hemos avanzado con algunas vacunas en la prevención del cáncer, como la de la hepatitis B contra el carcinoma hepatocelular y la del VPH contra el cáncer de cuello de útero”, afirma la Dra. Bhavana Pathak, hematóloga y oncóloga médica titulada del Memorial Care Cancer Institute del Orange Coast Medical Center de California, quien no participó en el estudio.

Un potencial apasionante

La Dra. Temcinaite cree que una vacuna tiene un “potencial apasionante” para tratar el cáncer de mama. Sin embargo, dijo que “los científicos deben investigar qué incluir en una vacuna, para desencadenar la respuesta inmunitaria adecuada.”

Breast Cancer Now financia actualmente una investigación para diseñar una nueva vacuna contra el cáncer, dirigida específicamente contra la proteína p53.

El Dr. Parvin Peddi, oncólogo médico y director de Oncología Médica de la Mama en el Providence Saint John’s Health Center y profesor asociado de Oncología Médica en el Saint John’s Cancer Institute de California, explicó que “este es el primer estudio que conozco que examina una vacuna específica HER2 para pacientes con cáncer de mama metastásico HER2 positivo que están en remisión. Aunque se trata de un estudio temprano y no se comparó directamente con pacientes que no recibieron la vacuna, la supervivencia de las pacientes observada en este estudio es mucho mayor de lo esperado con la observación.”

Vacunas contra otros cánceres

La Dra. Disis cree que hay “muchas posibilidades” de que las vacunas contra el cáncer de mama se utilicen en las clínicas dentro de unos 5 años.

“Los ensayos clínicos de vacunas contra el cáncer de mama administradas solas o con otros tratamientos han aumentado alrededor de un 25% en los últimos años. Hay muchos grupos trabajando en vacunas de nueva generación con tecnologías de administración y adyuvantes muy eficaces”, declaró.

La Dra. Pathak se hizo eco de ideas similares. Calificó el estudio actual de “elemento básico que muestra un aumento de la respuesta inmunitaria contra objetivos específicos en pacientes con cáncer”.

Pero, ¿podrían desarrollarse vacunas similares para tratar otros tipos de cáncer? La Dra. Disis cree que hacia ahí se dirige el futuro del tratamiento del cáncer, explicó que “en el Instituto de Vacunas contra el Cáncer de la UW Medicine tenemos programas de vacunas contra el cáncer de mama, de ovario, de colon, de próstata y de vejiga, e ideas para otros”.

Las vacunas aún no sustituyen al tratamiento

Pese a los avances en los ensayos, los expertos también han expresado su cautela ante los primeros resultados del ensayo.

El Dr. Temcinaite dijo que era “demasiado pronto para saber si las vacunas terapéuticas contra el cáncer podrían sustituir a otros tratamientos existentes”.

“Si se demuestra que [las vacunas] tienen éxito, al principio lo más probable es que se utilicen junto a los tratamientos existentes, hasta que tengamos datos suficientes para saber quién puede saltarse con seguridad algún paso concreto en el tratamiento del cáncer de mama“, dijo la Dra. Kotryna Temcinaite

El Dr. Pathak también advirtió que este estudio sólo se ha realizado en personas con cáncer de mama. “Serán necesarios más estudios para abordar la posibilidad de la prevención primaria”, señaló.

“En general, si la proteína a la que se dirige la vacuna también se encuentra en células [sanas], sería importante vigilar los efectos secundarios autoinmunes. Por ejemplo, el músculo cardíaco también tiene expresión de HER2. Aunque en este estudio no se notificaron efectos secundarios cardiacos excesivos, sería importante vigilarlo en estudios más amplios”, añadió el Dr. Peddi.

También es importante saber cuánto tiempo pueden durar los beneficios de estas vacunas. La respuesta inmunitaria disminuye tras la vacunación, por lo que sería interesante saber si algunos pacientes necesitan vacunas de refuerzo.

¿Y ahora qué?

Cuando se le preguntó por los próximos pasos, el Dr. Disis declaró que los notables resultados obtenidos en el ensayo de fase I de la vacuna HER2 sientan las bases para futuros estudios.

“El siguiente paso es probar formalmente esa observación. En el estudio de fase II, aleatorizaremos a pacientes con HER2 bajo para que reciban la vacuna o un agente inmunoestimulante. El criterio de valoración será si prevenimos la recurrencia de la enfermedad”, afirmó.

La Dra. Temcinaite advirtió que es posible que estas nuevas vacunas no funcionen para todas las personas diagnosticadas de cáncer de mama.

 

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análisis de sangre detecta cáncer de mama

Un análisis de sangre detecta el cáncer de mama dos años antes de que aparezca

Un grupo de investigadores ha encontrado cambios en los niveles de proteínas particulares en la sangre de las personas hasta dos años antes de que se les diagnosticara cáncer de mama.

El estudio, presentado en la 13.ª Conferencia Europea sobre el Cáncer de Mama, podría constituir la base de análisis de sangre para personas con una predisposición genética o antecedentes familiares de cáncer de mama para garantizar así que la enfermedad se diagnostica temprano, cuando las posibilidades de supervivencia son mayores.

Los hallazgos, presentados por Sophie Hagenaars, del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos, emanan del estudio Trial Early Serum Test Breast Cancer (TESTBREAST).

Estudio en 1.174 mujeres

El estudio, iniciado en 2011 por Rob Tollenaar Wilma Mesker, incluye en la actualidad a 1.174 mujeres que presentan un alto riesgo de cáncer de mama, sea por sus antecedentes familiares o porque portan variantes genéticas que se sabe que aumentan ese riesgo. Las pacientes incluidas reciben tratamiento o seguimiento en nueve hospitales de Países Bajos, donde se les ofrecen pruebas de detección a una edad más temprana y con más regularidad que el resto de la población holandesa que presenta un riesgo de cáncer de mama medio.

El estudio ha estado en marcha durante diez años. Desde entonces, a las mujeres que participan se les han tomado muestras de sangre al menos una vez al año, coincidiendo con sus pruebas de detección. Además, se han tomado muestras de cualquier paciente que desarrolle cáncer de mama en el momento de su diagnóstico.

Los investigadores del estudio han empleado una técnica bien asentada denominada “espectrometría de masas” para analizar los niveles de diferentes proteínas en la sangre de las mujeres. Y han buscado tanto la variación entre diferentes mujeres como los cambios que surgen en mujeres en concreto a lo largo del tiempo.

Hasta ahora, los investigadores han realizado análisis detallados de 30 muestras de sangre tomadas a lo largo del tiempo de tres mujeres a las que finalmente se les diagnóstico cáncer de mama y de tres mujeres que hasta ahora no lo han desarrollado, y ​​han encontrado diferencias claras entre las mujeres a lo largo del tiempo. Esto ha revelado un conjunto de seis proteínas que estaban en niveles más altos o más bajos uno o dos años antes del diagnóstico.

Hagenaars afirma al respecto: “Estas proteínas podrían formar la base de un análisis de sangre para la detección temprana del cáncer de mama en mujeres con mayor riesgo. Es importante tener en cuenta que encontramos más variación en los niveles de proteína en las muestras de sangre entre las diferentes mujeres que en diferentes etapas de una misma mujer que terminó desarrollando cáncer de mama. Esto muestra que las pruebas probablemente deberían basarse tanto en proteínas que difieren entre mujeres con y sin cáncer de mama como en proteínas que se alteran en una persona individual con el tiempo”.

Los investigadores ahora validarán sus hallazgos en un grupo más grande de mujeres con y sin cáncer de mama que participan en el estudio TESTBREAST y en mujeres que participan en otros estudios de investigación de cáncer de mama de alto riesgo. Sophie Hagenaars añade: “Si la investigación adicional valida nuestros hallazgos, esta prueba podría usarse como un complemento a las técnicas de detección existentes. Los análisis de sangre son relativamente simples y no particularmente dolorosos para la mayoría de las personas, por lo que se les podría ofrecer pruebas de detección con la frecuencia que sea necesaria”. Laura Biganzoli, copresidenta de la Conferencia Europea de Cáncer de Mama y directora del Centro de Mama del Hospital Santo Stefano (Prato, Italia), ha señalado: “Las mujeres con un alto riesgo de desarrollar cáncer de mama participan en programas de detección en puntos de tiempo fijos. Si esta investigación finalmente da como resultado un análisis de sangre para personas con un alto riesgo de cáncer de mama, eso podría guiar la detección personalizada y ayudar para diagnosticar el cáncer de mama en la etapa más temprana posible”.

 

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Camizestrant, el nuevo fármaco que mejora la supervivencia en pacientes con cáncer de mama metastásico

Camizestrant, el nuevo fármaco que mejora la supervivencia en pacientes con cáncer de mama metastásico

Un nuevo fármaco contra el cáncer de mama metastásico mejora el tratamiento convencional. Los resultados de este nuevo ensayo han sido presentado en la 45ª edición del Simposio sobre el cáncer de mama de San Antonio 2022 este mes de diciembre.

Desarrollan un nuevo fármaco que mejora la supervivencia en pacientes con cáncer de mama metastásico, se trata del Camizestrant. Un ensayo ha demostrado que este medicamente de nueva generación ofrece mejores resultados para un tipo común de cáncer de mama metastástico (ER positivo y HER2 negativo) que el tratamiento estándar que se aplica actualmente para estos casos.

Los resultados forman parte de un estudio internacional que ha sido coordinado desde el Hospital Vall d´Hebron Instituto de Oncología(VHIO) y dirigido por la investigadora Mafalda Oliveira. El cáncer de mama es el cáncer más común en todo el mundo. Se ha diagnosticado aproximadamente a 2,3 millones de pacientes en 2020. El 70% de estos tumores se refieren al tipo de cáncer metastásico de mama.

El medicamento está indicado para un tipo de cáncer de mama que es muy común: Receptor de la hormona de estrógeno (ER, en sus siglas en inglés) positivo y HER2 negativo.

“El cáncer de mama ER+ representa el 80 % de los casos y el tratamiento de elección -la primera opción- es el endocrino -que actúa sobre las hormonas-, pero los tumores son aún más listos que nosotros y encuentran mecanismos de escape a los tratamientos estándares”, ha explicado Oliveira en declaraciones a EFE.

En la población que se ha sometido al ensayo con Camizestrant se redujo significativamente el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte en un 42%.

De momento en todos estos datos se refieren a dos de los ensayos clínicos en fase III. Y todo apunta a la eficacia de Camizestrant, una molécula de nueva generación desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca, en comparación con el fármaco que se usa de forma estándar, el Fulvestrant, para mujeres que ya sufren metástasis de su cáncer de mama.

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Un test de cáncer de mama español, uno de los mejores inventos del año

Un test de cáncer de mama español, uno de los mejores inventos del año

La investigación española dentro del campo de Oncología tiene hoy en día una gran reputación, tal y como se demostró en la pasada edición del Congreso Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO). Ahora, la lista The Best Inventions of 2022, realizada por la revista Time, ha seleccionado HER2DX, un test genómico español que indica el tratamiento óptimo para pacientes con cáncer de mama, como uno de los mejores inventos del año.

HER2DX es el primer test diagnóstico a nivel mundial creado únicamente para el cáncer de mama HER2+. Se trata, pues, de una prueba estandarizada de expresión de 27 genes para pacientes con cáncer de mama HER2+ en fase inicial.

Además, el test genómico ofrece un informe pronóstico y predictivo basado en datos clínicos y genómicos. La prueba integra información con información biológica (infiltración inmune, diferenciación luminal, proliferación de las células tumorales y expresión del amplicón cromosómico HER2 17q12-21, incluido el gen ERBB2).

Reveal Genomics, el artífice del test genómico

Este tratamiento ha sido creado por la start-up biotecnológica española Reveal Genomics, especializada en la Oncología de precisión a través de la innovación en biomarcadores. El listado, que la prestigiosa revista anualmente incluye aquellos inventos que la publicación considera “hacen el mundo mejor, más inteligente e incluso más divertido”, según su propia definición.

Aleix Prat, co-fundador y CSO de Reveal Genomics, afirma que “el cáncer de mama HER2+ es un problema de salud que afecta a más de 400.000 mujeres al año. Hasta la fecha, no disponíamos de ninguna herramienta que ayudara al oncólogo y a la paciente a tomar decisiones terapéuticas claves para su vida”.

Para crear la lista completa de inventos, Time solicita nominaciones a sus editores y corresponsales en todo el mundo y, además, habilita la postulación online de candidaturas. Una vez se juntan todas las candidaturas, la publicación evalúa cada uno de los inventos en aspectos como impacto, originalidad, creatividad y eficacia.

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