Un estudio de Geicam identifica las características que pueden llevar al cáncer de mama asociado al embarazo a ser más agresivo

Una investigación impulsada por el Grupo Geicam de Investigación en Cáncer de Mama ha encontrado nueva evidencia sobre el perfil molecular diferencial de las pacientes con cáncer de mama asociado al embarazo (CMAE), lo que podría ayudar a explicar el comportamiento más agresivo de estos tumores, según informa Europa Press.

Un estudio previo ya señaló al CMAE como una entidad clínica y molecularmente diferencial respecto a tumores no asociados al periodo gestacional. Ahora, este trabajo publicado en NPJ Breast Cancer añade nueva evidencia sobre este tumor que se diagnostica durante la gestación, o en el primer año de posparto, y constituye una condición clínica desafiante debido a su biología agresiva y pobre pronóstico.

El estudio Embarcam consistió en la exploración de la expresión génica tumoral de 776 genes relacionados con el cáncer de mama, mediante el panel de expresión génica nCounter Breast Cancer 360 de NanoString en una muestra de 33 pacientes con CMAE y 26 pacientes con cáncer de mama no asociado al embarazo, además de un análisis de las funciones biológicas en las que están implicados estos genes, y de los subtipos moleculares tumorales.

Este análisis identificó 73 genes diferencialmente expresados en los tumores CMAE, con enriquecimiento en vías de reparación de ADN y proliferación celular (DEPDC1, CCNA2, PSAT1, CDKN3 y FAM83D, entre otros genes relacionados).

En la cohorte de casos estudiada, en la cual predominó el subtipo molecular PAM50 Basal entre las pacientes CMAE, se observó que los tumores diagnosticados en el periodo postparto mostraron una mayor expresión del gen PD-1 y otros genes asociados a la infiltración inmune. Además, presentaron una mayor abundancia de linfocitos T reguladores, macrófagos y neutrófilos. Por el contrario, los tumores diagnosticados durante la gestación exhibieron patrones más relacionados con la migración celular y los fenómenos de transición epitelio-mesénquima.

Características moleculares únicas

De este modo, los resultados de este subanálisis traslacional revelaron características moleculares únicas de los tumores asociados al CMAE, especialmente en aquellos diagnosticados poco después del parto, destacando la necesidad de diferenciar entre dos subgrupos de CMAE según el momento del diagnóstico: durante la gestación o en el periodo de postparto.

Con ello, la investigación respalda la idea de que el embarazo puede influir intensamente en el perfil transcriptómico del cáncer de mama. «Estos resultados sugieren que los tumores CMAE pueden tener una mayor actividad del ciclo celular, una mayor capacidad proliferativa y una reparación aberrante del daño en el ADN, lo que podría conducir a un crecimiento tumoral más rápido y a un mayor riesgo de metástasis», ha señalado el investigador principal del estudio, Juan de la Haba, miembro de Geicam y oncólogo médico del Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba).

Según ha afirmado de la Haba, los hallazgos ofrecen una «base sólida» para entender el perfil clínico y biológico del CMAE, su comportamiento más agresivo y, a partir de esto, se podrían desarrollar nuevas opciones terapéuticas enfocadas en la reparación del ADN o los puntos de control del ciclo celular.

Por otra parte, el especialista ha explicado que la identificación de una baja expresión de los genes CCL21, SMAD5 y MAP2K4, que están involucrados en procesos de regulación inmune y señalización de citoquinas, podría reflejar una capacidad limitada del CMAE para activar respuestas inmunitarias efectivas, contribuyendo a su progresión sin control por parte del sistema inmunitario.

Aun así, el subestudio recoge la necesidad de realizar estudios moleculares adicionales en cohortes más amplias de CMAE, y evaluar factores como la lactancia y su duración en el riesgo y evolución de las pacientes con cáncer de mama, a fin de comprender mejor la biología de este tumor en diferentes etapas reproductivas y personalizar el tratamiento.

Fuente: iSanidad

cáncer de mama y embarazo

Fundación Le Cadó colabora con el proyecto EMBARCAM de «Cáncer de mama y el deseo de ser madre»

Damos las gracias a Fundación Le Cadó por sumarse a concienciar y promocionar la investigación clínica en cáncer de mama a través de una aportación de 15.000€ que irán destinados íntegramente al subestudio EMBARCAM BC360 del Proyecto EMBARCAM, Cáncer de mama y deseo de ser madre, para cubrir un panel adicional para aumentar en 11 el número de pacientes de este estudio.

EMBARCAM es un proyecto de investigación de GEICAM para que las mujeres que están sufriendo un cáncer de mama puedan hacer realidad su deseo de ser madres. La gestación es un modelo biológico específico en el que se producen cambios importantes en el tejido mamario, inducidos por hormonas y otros mediadores fisiológicos. Esta situación puede activar procesos carcinogénicos que determinan la aparición del denominado cáncer de mama gestacional (CMG), el cual es considerado molecularmente diferente al que aparece en mujeres con el mismo rango de edad, fuera del periodo de la gestación.

El Dr. Juan de la Haba, oncólogo del Hospital Reina Sofía- IMIBIC e investigador del grupo GEICAM, puso en marcha junto a nosotros un interesante estudio traslacional para buscar evidencias sobre la potencial base molecular del cáncer de mama gestacional. En concreto, este estudio tiene como objetivo conocer los mecanismos moleculares implicados en el desarrollo del cáncer de mama gestacional y determinar un perfil de expresión génica tumoral específico para esta enfermedad.

Gracias a la concesión de un proyecto competitivo de investigación (Instituto de Salud Carlos III) y a la aprobación de este estudio como investigación académica de GEICAM, se ha podido llevar a cabo el análisis genético de una cohorte de 50 casos junto a una cohorte control de 49 casos de cáncer de mama no gestacional. Muestras de RNA tumoral de estas pacientes han sido analizadas mediante el array de expresión génica “Human nCounter® Breast Cancer 360 panel” (BC360, Nanostring). Este array de 773 genes proporcionará información genética sobre vías de señalización y procesos del cáncer de mama, firmas genéticas tumorales e inmunes, y clasificaciones de subtipos moleculares.

La donación de 15.000€ aportada por la Fundación Le Cadó nos va a ayudar a cubrir un panel adicional para aumentar el número de casos de este estudio: 11 casos (pacientes) adicionales. Este panel se realizaría en el laboratorio de análisis molecular liderado por el Dr. Juan Miguel Cejalvo, del INCLIVA de Valencia.

Al mejorar la población de estudio, los resultados a obtener tendrán un peso clínico y estadístico más preciso para sacar conclusiones que nos permitan cumplir con el objetivo del estudio y los siguientes objetivos:

  • Estudiar si el cáncer de mama gestacional puede asociarse a una firma de expresión génica específica, independiente o complementaria a los subtipos intrínsecos tumorales, que nos permitan discernir entre el gestacional versus no gestacional.
  • Identificar y entender biológicamente los procesos moleculares característicos del cáncer de mama gestacional y evaluar su asociación con el embarazo.
embarazo cáncer de mama

Un estudio determina que parar la terapia endocrina para quedarse embarazada no eleva las recaídas en cáncer de mama

En mujeres con cáncer de mama hormonosensible que desean ser madres, pausar la terapia endocrina para intentar quedarse embarazadas durante un tiempo máximo de dos años no incrementa el riesgo de recaídas a corto plazo. Así lo avalan los resultados del ensayo clínico Positive, publicado en The New England Journal of Medicine, y coordinado en España por el Grupo Solti, de investigación clínica en cáncer, y por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam).

Tras tres años y medio de seguimiento, los resultados, que ya que se avanzaron en el último congreso internacional San Antonio Breast Cancer Symposium 2022 (SABCS), muestran un riesgo de recaída en estas pacientes del 8,9%, frente a un 9,2% en pacientes que no pausaron la terapia en busca de un embarazo.

Positive es el primer estudio prospectivo diseñado para dar respuesta a mujeres que se diagnostican de cáncer de mama en edad temprana y sin haber completado su deseo de ser madres. Se estima que entre el 40% y el 60% de las pacientes a las que se diagnostica un cáncer de mama a los 40 años o antes están preocupadas por su futura fertilidad.

CÁNCER DE MAMA CADA VEZ MÁS FRECUENTE EN MUJERES JÓVENES

“Sabemos que el cáncer de mama es cada vez más frecuente en mujeres jóvenes y, por tanto, coincide con el deseo de ser madre de muchas de ellas. Por esta razón, fertilidad y embarazo resultan preocupaciones importantes tanto para las pacientes oncológicas como para los investigadores”, comprende Manuel Ruiz Borrego, co-coordinador del estudio Positive en España, miembro de la Junta Directiva de Geicam y jefe de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Este nuevo estudio “abre la posibilidad de un embarazo seguro para aquellas pacientes con cáncer de mama que lo deseen, una vez que han realizado al menos 18 meses de terapia endocrina adyuvante”, señala Cristina Saura, coordinadora del estudio en España, miembro de la junta directiva de Solti y jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Vall d’Hebron y VHIO.

Hasta ahora la recomendación era empezar a buscar el embarazo pasados un mínimo de 5 años tras haber superado el cáncer de mama, y siempre que no hubiera habido recaídas. Según la experta, los resultados de Positive “pueden cambiar las guías clínicas actuales”, pero advierte de que “el seguimiento a largo plazo de estas pacientes será fundamental para corroborar estos datos”.

El presidente de Geicam, Miguel Martín, que es además jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón, advierte de que “este estudio da tranquilidad a los médicos y pacientes que ya anteriormente se decidían a una interrupción de la terapia endocrina, después de al menos dos años, para permitir un embarazo”.

“Ya se sabía que el embarazo no empeoraba el pronóstico de las mujeres con cáncer de mama. También muchos oncólogos debatíamos con las pacientes la posibilidad de interrumpir transitoriamente el tratamiento endocrino para permitir un embarazo muy deseado y lo hacíamos, pero ahora hay evidencia prospectiva que apoya esa opción”, sostiene el oncólogo.

ASÍ HA SIDO LA PARTICIPACIÓN ESPAÑOLA EN EL ESTUDIO

Para examinar el impacto de la pausa de la terapia endocrina con el objetivo de buscar un embarazo, el estudio Positive incluyó a 518 mujeres de 42 años o menos, procedentes de veinte países, con cáncer de mama de receptores hormonales (RH) positivos que deseaban quedarse embarazadas.

De estas, 72 pacientes procedían de 18 hospitales españoles y fueron reclutadas a través de los grupos de investigación Solti y Geicam.Antes de pausar su tratamiento, las pacientes habían completado entre 18 y 30 meses de terapia endocrina adyuvante. Además, se instó a las participantes en el ensayo que reanudaran el tratamiento endocrino tras un intento de embarazo o un paréntesis de su tratamiento hormonal de dos años para intentarlo.

Los datos actuales surgen tras un seguimiento de 3 años y medio. No obstante, los investigadores continuaran el seguimiento de las participantes en el estudio durante 10 años.

Curiosamente los resultados muestran tasas de concepción y parto que están a la par o son superiores a las de la población en general; de 497 mujeres a las que se hizo seguimiento para ver si se habían quedado embarazadas, 317 dieron a luz al menos a un hijo y nacieron un total de 365 niños, debido a embarazos múltiples o consecutivos.

CÁNCER DE MAMA Y EMBARAZO

Positive se inscribe en una línea de investigación que busca dar respuesta a las cuestiones sobre salud reproductiva de las pacientes con cáncer de mama. Se investiga además si existe una relación de causalidad entre el embarazo y la aparición de un cáncer de mama.

Así, el estudio Embarazo y Cáncer de mama (Embarcam), liderado por Geicam, permitirá tener una foto del llamado cáncer de mama gestacional, diagnosticado durante el embarazo o el año siguiente, con el objetivo de prever esta situación y diseñar estrategias encaminadas a lograr embarazos seguros.

En esta línea se quiere determinar la utilidad de la leche materna para la detección precoz del cáncer de mama. “Con el estudio de casos concretos hemos concluido que la leche materna serviría para detectar mutaciones cancerosas de forma más precoz que a través de la sangre, por ser la concentración de ADN mucho más elevada en la leche materna”, afirma Saura.

“Para confirmar estos datos, prevemos poner en marcha MMaterna, un estudio internacional cuyo objetivo será analizar el caso de las mujeres que se embarazan siendo mayores de 40 años o siendo portadoras sanas de una mutación genética que aumente su riesgo de padecer cáncer de mama para ver si somos capaces de diagnosticar el cáncer de mama de manera más precoz en el postparto a través de la lecha materna que mediante las muestras de sangre o estudios radiológicos convencionales”, resalta.